"Ha sido muy largo, pero la lucha ha merecido la pena", confiesa Sofía „nombre ficticio„ después de conseguir que la Audiencia Provincial emitiese una nueva versión de la sentencia que le reconoce la custodia de su hija en la que incluye su nombre real y género, pues hasta ahora figuraba como padre.

Reconoce estar "contenta" por lograr "un hito histórico" que no solo cierra un capítulo doloroso de su vida sino que también "abre posibilidades" para otras personas transexuales que se encuentran en su misma situación.

Fue en 2012 cuando Sofía consiguió la custodia de su hija. En el fallo, en el que aparece su antiguo nombre, se detalla el régimen de visitas y las obligaciones de los progenitores. Un documento que tiene que presentar cuando quiere hacer cualquier trámite relacionado con la menor, dejando expuesto su cambio de sexo "a cualquier persona". "Desde la solicitud de becas comedor o de material escolar hasta la tarjeta del autobús. Para todo tengo que presentar esa sentencia que no respeta quien soy yo", lamenta.

Sofía no solo inició esta lucha por defender su derecho a la intimidad, sino también por el de su hija. "Siempre fui con mucho cuidado en este tema para conseguir lo mejor para ella. Es mi único motivo", apunta.

Sin rendirse y tras superar muchos obstáculos, consiguió en 2016 que en su DNI figurase su nombre y género. Creyó que ese sería el trámite más complicado, pero se equivocaba. "Conseguí el documento del Registro Civil pero en la sentencia de la custodia seguía poniendo mi nombre anterior", recuerda.

Ante su recurso, una juez emitió un nuevo fallo „pues las sentencias firmes no se pueden modificar„ en el que incluía su nombre real, pero mantenía la palabra padre. "De nuevo tenía que seguir dando explicaciones sobre mi cambio de sexo", indica Sofía.

Hasta ahora, que la lucha ha terminado. La Audiencia Provincial ha restringido el acceso a la sentencia original y ha emitido una nueva versión en la que aparece el nombre de Sofía como madre de la menor. "Esto es un paso muy importante. Pero aún hay que cambiar muchas cosas. Queremos que la ley se actualice y que no se nos quiten derechos por ser transexuales. Igual que pasó en su día con el matrimonio homosexual", explica.

Esta sentencia pionera, además, le permite enterrar su antiguo nombre. "Podré cambiar a mi hija de colegio sin tener que explicar mi cambio de sexo. Por fin", comenta aliviada, a la vez que critica que "los prejuicios son de los adultos". "Cuando el Estado normalice esto, la gente lo normalizará", asegura.

Cuando Sofía consiguió la custodia de su pequeña, esta tenía tres años, por lo que ella ha sido siempre para la menor "su madre". "Ella no entendía por qué no se reconocía mi nombre. Me decía 'pero si tú eres mi mamá'. Ahora todo ha terminado", dice. La nueva versión del fallo que ha expedido la Audiencia Provincial muestra que la niña tiene "dos madres", sin necesidad de dar explicaciones. "Es algo muy importante para nosotras", concluye, mientras defiende que "ser transexual tiene que ser algo secundario".