El supervisor municipal de la obra de las cubiertas de Riazor avala el sobrecoste de 943.774, 20 euros para la "correcta ejecución" de los trabajos y descarta "errores o vicios ocultos" en el proyecto. Así lo firmó en su informe del pasado día 24 tras recibir las explicaciones detalladas de los ingenieros que ejercieron la dirección facultativa de las obras en el estadio municipal. En este documento se explica el uso y necesidad de los 24 conceptos de gastos que se incluyeron en el presupuesto a mayores de lo previsto inicialmente, lo que supuso un incremento del 12% del coste.

Aunque apunta a diversas causas, el técnico municipal considera que la principal razón fue las "carencias del proyecto de ejecución". Tanto el temporal de febrero de 2017, que causó "numerosos desperfectos en la cubierta" como la aparición de "elementos estructurales en avanzado estado de deterioro por corrosión" fueron problemas a los que se enfrentó la obra, que requirió de un contrato menor de ejecución de "reparaciones urgentes" para garantizar la estabilidad del cierre de la instalación municipal.

Tampoco existía, según el supervisor, suficiente documentación sobre el estado previo del estadio, sin poder, apunta, conocer de manera "completa y detallada" cómo estaba y confirmando después, en plazo de anteproyecto, que existían "dificultades" y "riesgos" para actuar sobre algunas estructuras del edificio.

Otra de las cuestiones que provocó el sobrecoste fue el "retraso" en la adjudicación del contrato de la dirección facultativa que impidió que esta parte del contrato realizara una supervisión técnica del proyecto de ejecución, al estar ya cumplida la entrega del mismo. Así, explica el arquitecto municipal, la propia dirección realizó "los ajustes o correcciones necesarias sobre las condiciones de ejecución de la obra". Por último, esta misma demora en el contrato obligó a simultanear las labores en las cuatro gradas, a la vez que se celebraban partidos del Deportivo, y prórrogas de la fecha prevista de finalización de la obra.

En el informe de los ingenieros de la empresa se especifican cambios en la propia obra para que la cubierta tuvieran mayor "durabilidad", para mejorar las "condiciones de seguridad" de los futuros técnicos de mantenimiento de las mismas y la introducción de elementos tras un estudio aerodinámico hecho en agosto de 2018.

Según el expediente, fue el 19 de junio, cuatro días después de la investidura de la alcaldesa y sin haberse nombrado a los concejales, cuando el servicio de Deportes solicitó un informe "ampliatorio" de los motivos de la variación del presupuesto de obra. A la vez, la junta de gobierno aprobó justo un mes después el aumento de la partida destinada a este proyecto, a la vez que anunciaba la investigación, pero ahora la oposición expone sus dudas para aprobarlo en el pleno, que se celebra hoy.

La portavoz del PP, Beatriz Mato, anunció ayer que presentará en la sesión plenaria una moción para que se retire esta partida de la modificación de las cuentas y pidió al Gobierno local que sea "extremadamente prudente". "No procede la autorización para abonarlo sin rechistar", denunció, añadiendo que "lo normal" es que un Concello asuma un 10% de sobrecoste en una obra de este tipo. Por su parte, Marea Atlántica llevará una enmienda para que, aunque se apruebe la reserva de gasto en la sesión, no se abone la factura hasta "concluir la investigación y solicitar todos los informes necesarios". Tras, explican fuentes de la formación, "negociar" con el PSOE, esperan que el Gobierno local apruebe esta iniciativa.

Desde el BNG, su portavoz Francisco Jorquera cree que el pago "no debería ejecutarse hasta que haya informes que no dejen la mínima duda de que el Concello no es responsable" y la edil de Ciudadanos, Mónica Martínez, aunque confía en la factura estaba ya avalada, defiende que "se haga el pago una vez se tengan todas las garantías de que ese gasto está realmente justificado".