Los trabajadores de la planta de Albada advierten de que la situación es cada vez más difícil. Su representante, Julio Maceiras, explica que existe "riesgo" tanto para los vehículos que transitan en el interior de la instalación como para las empleados, que también se mueven entre las pilas de basura acumulada. Según comenta, los viales dentro de la planta ya solo tienen un sentido de circulación porque el resto está ocupado por la basura y consideran que el espacio libre no podrá albergar los desechos que llegan a la planta diariamente. El presidente del comité de empresa cree que no habrá más capacidad para almacenar la basura a finales de este mes, ya que no existe más espacio al aire libre y critica que la Xunta no ofreciera una alternativa al traslado de basura cuando se clausuró la planta donde se trasladaba hasta abril.