La Consellería de Medio Ambiente incoó ayer expediente sancionador a Albada, concesionaria de la planta municipal de tratamiento de basuras, por acumular al aire libre alrededor de 7.000 toneladas de residuos. Los técnicos autonómicos aún están elaborando las cláusulas del expediente y tipificando la falta, pero la multa a la que se enfrenta la empresa se establecería entre 20.000 y 200.000 euros. Mientras, desde el Concello avanzan que está "cerca" de cerrarse un acuerdo con un gestor autorizado para enviar los desechos, que ahora se apilan al aire libre en las instalaciones de Nostián, aunque aún no está firmado.

Sin plazo de finalización del proceso, desde el departamento autonómico especifican que la prórroga para que la empresa presentara el contrato para sacar la basura de Nostián finalizó la pasada medianoche del viernes sin que hubiera ninguna comunicación, por lo que se han iniciado los trámites del informe que acabará en una propuesta de sanción, que será de tipo grave. Así lo había avanzado la propia responsable de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, el pasado mes de julio, cuando advirtió de que se había agotado la vía administrativa y que podría recaer una sanción sobre la concesionaria por acumular tal cantidad de basura en la planta.

Fue en el mes de abril cuando Albada comenzó a acumular basura en el exterior de los edificios de la planta ante el cierre de la instalación adonde se derivaban los rechazos -basura que no se puede reciclar-, llamada Grixoa, en las cercanías de Santiago de Compostela. Hasta ahora ya son alrededor de 7.000 las toneladas que se apilan en el recinto, lo que dificulta la propia gestión diaria del mismo. Fuentes municipales aclaran que las negociaciones con varias plantas gallegas siguen en marcha en la procura de un precio ajustado por tonelada y después de descartar la opción de utilizar la planta de Sogama por su alto coste. El Gobierno gallego, propietario de la instalación de Cerceda, había ofrecido una rebaja de siete euros con respecto a la tarifa que cobra a los Concellos que habitualmente remiten allí sus residuos pero desde el Concello consideraron que la diferencia "equivale al transporte" por lo que, de no haber un descenso mayor en el coste, descartaba esta alternativa. La oferta era de 55 euros por cada tonelada que llegara a Sogama. El Ayuntamiento, que actúa como intermediario en la problemática, intenta reducir al máximo la cuantía de trasladar los residuos ya que en el contrato con la concesionaria está establecido un precio que no sobrepasa los 40 euros por tonelada y lo que haya que abonar hasta el precio que se fije deberá ser asumido por las arcas municipales a final de año, al estar fuera del acuerdo entre ambas partes. Así las cosas, los responsables de la Concejalía de Medio Ambiente, presentes en las negociaciones entre Albada y los gestores, intentan que este margen sea el menor posible para aminorar la repercusión en el gasto municipal.

Además de acudir a estos encuentros, los técnicos del departamento que dirige Esther Fontán visitaron ayer la planta de Nostián, como hacen de manera periódica, para ver cómo se desarrolla la situación con la basura acumulada.