Los barrios de Palavea, Castro de Elviña, Eirís, Pedralonga y A Zapateira, a través de distintos tipos de entidades, se unen en una plataforma para que la Ciudad de las TIC, en los terrenos de la fábrica de armas, se integre en el entorno y para que el Concello escuche sus demandas, históricamente, dicen, ignoradas.

¿Cómo nace la plataforma?

Los barrios de la periferia sur estamos más alejados de la intervención de la administración pública y cuando se planteó este proyecto nos pareció una oportunidad. No estamos en contra del proyecto, pero sí queremos saber el cómo: qué consecuencias va a tener, cómo nos va a afectar y si va a estar integrado en la propia vida y dinámica del entorno. Tiene que ser un espacio significativo para el barrio, porque no deja de estar en él.

La entidad nace para reivindicar necesidades

Lo que no nos parece lógico es que se plantee un proyecto y se no tenga en cuenta el entorno. Inicialmente es un polo empresarial pero los que vivimos en su entorno tenemos necesidades y carencias que se contradicen con lo que se quiere poner. Sería un polo tecnológico frente a un barrio, como Palavea, en el que hay carencias de una dotación informática. Pedimos dos ordenadores, llegó uno y no funciona. Es una contradicción sorprendente de las necesidades del entorno, completamente ajeno a la ciudad, y esto es aprovechable.

¿No conocen el proyecto?

No se nos pregunta, consulta ni informa en ningún momento y no sabemos en qué dirección va. Intentamos informarnos, tener reuniones, pero seguimos en la misma situación. Nos decidimos unir y crear una plataforma. Los barrios de Eirís y Pedralonga son los más afectados respecto a las obras y Eirís tiene la experiencia cerca del ofimático y sabe cuáles han sido los problemas con las expropiaciones y no queremos que se repita en este caso. Y el resto de demandas, que siguen ahí. Este nuevo centro puede solventar nuestras carencias y generar dinamismo en todos los sentidos.

Piden equipamientos básicos, como una biblioteca

Se habla de mordernización e innovación pero todo lo que está a su alrededor tiene una serie de carencias enormes. Venimos exigiendo la biblioteca y nos decían que no era viable por número de población. Si cubre todo el entorno, sí que somos suficientes. Lo único que se ha hecho es un punto de lectura. Hay que analizar desde el punto de vista socioeconómico cómo es la población, en Palavea hay en proceso de degradación social, hay rentas bajas, en exclusión social, y no tiene sentido que las políticas públicas no solventen estas necesidades.

También les preocupan los accesos y la conexión

Históricamente se han trazado carreteras por el medio de estos barrios y, por ejemplo, en Palavea somos una isla. Estamos rodeados de viales y no podemos salir andando a no ser que sea por la propia carretera. Y la pasarela de Pedralonga sigue sin hacerse. Tenemos problemas para comunicarnos y ese espacio podría servir para reconectarnos y trazar una nueva forma de conexión tanto peatonal como en bici o bus. Vivir en los barrios sin que sea rodeados de coches y desconectados, entre nosotros y con el centro.

¿El proyecto podría mejorar la situación del entorno?

Nos parece bien como un proyecto que dinamice todo el entorno, pero lo tiene que hacer de verdad, si no se haría de espaldas a todos los barrios. El gran problema es el cómo se va a realizar. Tuvimos una reunión con el rector, que estuvo receptivo a nuestras peticiones y nos dijo que se podían cubrir nuestras necesidades, pero no vemos por parte de la corporación municipal que haya ningún tipo de diálogo. Por ahora somos meros espectadores de lo que está pasando y somos los principales afectados.

¿La unión hará la fuerza?

Esto nos afecta a todos y lo que tenemos en común todos los barrios es que estamos desconectados, que no se nos atiende como al resto. Demandamos cosas pero no tenemos respuesta y cuando la tenemos, llega tarde y mal y tenemos que volver a reclamarla. Queremos que se nos tenga en cuenta.