En las oficinas de la Xunta en San Caetano, en Santiago, trabajan más de 2.000 funcionarios y más de 500 ciudadanos acuden a diario a estas instalaciones. Su población supera a la de una treintena de concellos gallegos y ahora este recinto se someterá a una reforma interior que empezará este año, si la Administración cumple los plazos anunciados, se prolongará durante tres y costará 29 millones de euros.

La firma coruñesa Díaz & Díaz Arquitectos, en colaboración con Miba Arquitects, ha resultado ganadora del concurso de ideas para convertir las actuales oficinas de San Caetano en un lugar "más abierto", según explica el arquitecto Lucas Díaz, desde su despacho de la calle Tinajas. "Nuestra idea, desde el principio, era hacer un edificio esponja", comenta Díaz, ya que querían ahorrarles a los trabajadores "el trauma" de modificar su rutina diaria al desplazarse a otro lugar.

"Proponemos la construcción de un nuevo edificio que dé una imagen muy potente al conjunto, que sea muy respetuoso con lo que hay para albergar a los funcionarios que necesitamos desalojar para reformar sus propias oficinas", explica Díaz. La idea de este nuevo enclave es que, una vez finalizadas las obras, siga ahí.

Para concebir este nuevo edificio, en Díaz & Díaz tomaron como referencia "un zepelín", querían que fuese una estructura funcional que uniese varios conceptos. Por una parte, buscaban la vanguardia en el diseño y, por la otra, que fuese "cálido y dócil", que no generase "distorsión" con los edificios que existen actualmente. Quieren que sea un inmueble que "flote sobre unos pilares lo más finos posible y que funcione como una viga sin entorpecer el día a día de la Administración", describe Díaz.

Su intención es utilizar elementos prefabricados que se puedan montar sobre una estructura metálica, que no quedaría a la vista, completar la cubierta con elementos vegetales, que haya un aljibe de agua y que ese edificio conecte los tres edificios históricos que ya forman parte del recinto. Bajo esta construcción alargada, en la que se ubicarán las oficinas, estarán las áreas comunes y el lugar a través del cual llegará la luz natural que, ahora, según relata Díaz, solo entra a través "de unos pequeños patios".

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Diseño coruñés para reformar la Xunta

Su idea se completa con la creación de dos grandes bulevares dentro del propio recinto de las oficinas de la Xunta, para que sean algo más que un enclave administrativo, para que pueda haber vida en San Caetano más allá de las horas de oficina, por ejemplo, con la apertura de locales de restauración y con salas para la exposición y presentación de obras artísticas.

"Queríamos que fuese más abierto al público. Actualmente, vemos que es un recinto amurallado con puntas de lanza en todo su perímetro. Queríamos que tuviese grandes bulevares y zonas de sociabilización", describe Lucas Díaz, que comparte estudio con su tío Gustavo Díaz. Ambos crearon el aparcamiento del hospital Materno Infantil y también la escuela infantil de Os Rosales.

Lucas Díaz empezó la carrera en A Coruña y la terminó en Barcelona y la luz es uno de los elementos que siempre le ha apasionado. En este caso, era todo un reto "dotar de luz a los funcionarios que trabajan en lo que ellos mismos denominan as toupeiras, que son semisótanos con luz cenital" y que, tras la reforma, estarán abiertos a los bulevares.

Para favorecer la eficiencia energética y la autoprotección del edificio, la fachada de este nuevo elemento estará cubierta con lamas móviles, que son "como unas banderas verticales que se pueden mover para generar sombra o claridad en función de las horas del día y de las necesidades", según define Díaz.

Ahora, desde su oficina en A Coruña, también desde su sede en Madrid, la firma de arquitectos y Miba Arquitects tendrán que elaborar el proyecto final de la rehabilitación para que la Administración pueda sacar a concurso las obras y, más tarde, comenzar la ejecución de su plan para cambiar no solo la imagen sino también las tripas de la Xunta.