Una velada con Patti Smith no es un encuentro al uso. La artista propaga una aureola mística al cantar y al hablar, al aparecer y al marcharse, cuando medita y cuando estalla. Su música requiere concentración primero e invita al éxtasis después. Así que hace falta paciencia para captar la esencia de una figura que va más allá de una cantante de rock. La estadounidense, envuelta en un hechizante halo de espiritualidad tanto en la contención como en la furia, ha ofrecido esta noche en la playa de Riazor un concierto tan íntimo como liberador en el Festival Noroeste Estrella Galicia. Unos 60.000 espectadores, según el Concello, fueron testigos del esperado concierto de la veterana artista, que superó los registros de años anteriores, duplicando el de The Pretenders del año pasado.

El arranque fue enigmático sobre los acordes de 'Wing', mientras la cantante parecía levitar, y 'Are you experienced?', de Hendrix, con la intérprete muy agitada y, como tercer tema, sonó en Riazor 'Redondo beach'. La inclusión en el repertorio de temas como 'Ghost dancer' dio a la actuación un tono reflexivo, tan válido para un teatro como para una playa.

Patti Smith, con una chaqueta negra y la melena cubriéndole parte de la cara y, como es habitual, muy larga, hasta el pecho, se movía dócil y rasgaba su guitarra entre su hijo Jackson a la eléctrica, Tony Shanahan al bajo y ante el piano y Seb Rochford, en la batería. Si alguien se apagó entre el público, se encendió después con las versiones de los Stones ('I'm free') y Lou Reed ('Walk on the wild side'). Continuó el recital con la explosiva versión de 'Beds are burning', que fue introducida por un alegato en defensa del medio ambiente y contra los contaminadores de la naturaleza. Smith también reclamó paz en el mundo como si fuera una bruja, un chaman, en la parte final de 'Beneath the Southern Cross'.

Durante la primera media hora del concierto, la estadounidense bailaba durante las canciones y saludaba desde ambos lados del escenario a la audiencia. La conexión con la audiencia fue máxima en 'Because the night' y 'Gloria', más aptas para el canto en grupo y un punto de desmadre y también en el colofón, con 'People have the power'.

Los coruñeses Portland y LORA abrieron la primera jornada de conciertos del festival Noroeste en la playa y la argentina Nathy Peluso le puso el broche con su animada fusión de estilos urbanos. Los suecos The Sounds serán hoy el otro cabeza de cartel, a las doce, después de los coruñeses The Rapants y de los vibrantes Belako.