Pasados cuarenta años desde la muerte de su creador, y, por consiguiente, del propio personaje, algo tiene Tintín que sigue manteniendo y aumentando su legión de adeptos, los llamados tintinófilos. Los fans coruñeses del intrépido detective belga podrán visitar, hasta el día 30 de este mes, la exposición ¡Mil Rayos!/Tesoros de un tintinófilo que se exhibe en el Palacio de María Pita como parte de los actos derivados del festival Viñetas desde o Atlántico.

La muestra, propiedad del coleccionista Pedro Rey, recoge obras traducidas a los 121 idiomas en los que están publicadas las aventuras de Tintín, así como figuras, pósters, y todo tipo de material exclusivo. Su propietario y comisario de la muestra tiene claro qué es lo que hace que el personaje de Hergé siga despertando fascinación tras tantos años sin material nuevo.

"Tintín transmite unos valores con los que nos podemos identificar todos, valores que deberían estar más en boga en la sociedad", afirma Rey, quién además es miembro de la Junta Directiva de ¡Mil Rayos!, la Asociación de Tintinófilos de Habla Hispana y uno de los mayores coleccionistas de publicaciones y objetos de Tintín del país.

En la muestra se encuentra una de las joyas de su colección, el volumen Tintín al pais de l'or negre, traducido al idioma alguerés, un dialecto del catalán propio de la ciudad de Alguer, en Cerdeña. Es, sin duda, la pieza que más ha costado conseguir a su propietario, dada la exclusividad del número por su escueta única tirada. "De esta obra solo se publicaron 200 ejemplares, y ninguno fue puesto a la venta. Se distribuyó únicamente entre la población del lugar", apunta.