El Centro Fonseca será hoy, a las 20.00 horas, la sede de la presentación de Un submarino en los sueños de Julieta, la nueva novela de la modista y escritora coruñesa Begoña Peñamaría. Conocida en la ciudad sobre todo por la tienda de moda nupcial que lleva su nombre y que regenta desde hace más de veinte años, la escritora, colaboradora de LA OPINIÓN, admite que ambas facetas están más relacionadas de lo que parece.

"Me gusta la comunicación, que llevo practicando años con las clientas de mi establecimiento, con las que intento empatizar. En mi taller diseño vestidos, y en mi cabeza diseño relatos", explica. Un submarino en los sueños de Julieta será su quinta obra publicada, tras tres novelas y un libro sobre moda. En este caso, se ha decantado por escribir para un público adolescente y por narrar una historia de optimismo y actitud resiliente ante la vida.

"Julieta es una adolescente con una serie de problemas duros, pero que olvida lo suyo y trata de ayudar a los demás", relata la escritora. Peñamaría, que define a su protagonista como una "heroína humanista", busca con la historia transmitir ciertos valores con los que creció su generación y que, bajo su punto de vista, se están perdiendo hoy. "Es como si ahora lo único importante fuera el dinero, cuando en realidad importa la bondad. Julieta es una niña buena, todo lo contrario a egoísta", apunta.

Peñamaría dirige esta obra a los propios adolescentes, además de a padres y educadores, debido a la gran cantidad de valores y principios que se imprimen y transmiten en la obra. "Julieta enseña a los jóvenes valores como la amistad, la bondad, la perseverancia, y la paciencia, ella tiene una especie de don y lo usa para ayudar a los demás", relata la autora.

Peñamaría reconoce, sin embargo, que le parece más complicado escribir para un público adolescente, como es el caso de Un submarino en los sueños de Julieta, que hacerlo para lectores más adultos, sobre todo en una sociedad, como la actual, sujeta al continuo cambio y rápida evolución.

"Hay que tener más cuidado con lo que se dice cuando una se dirige a adolescentes. Los jóvenes de hoy son los adultos de mañana, los que formarán la sociedad que conocemos. Queda mucho que trabajar todavía", apunta.