La periodista y escritora coruñesa Sibila Freijo presenta este fin de semana su nueva novela erótica, Un chico cualquiera, en la que Maxi, un chico de barrio, conoce a Raquel, una mujer adulta y luchadora que decide montar una agencia de gigolós. Una historia contada a dos voces por dos personas que aparentemente no tienen nada en común. Hoy la autora firmará en la Feria del Libro en la caseta de la librería Arenas a las 19.00 horas, y mañana a las 12.00 en la de Couceiro.

¿Por qué empezó a escribir?

Yo escribo desde siempre, normalmente relatos. Hace 18 años empecé un blog de humor y sexo, donde hablaba de relaciones de pareja, del amor y de todo un poco. No actualizaba demasiado, pero nunca he dejado de escribir. Hace cuatro años una editora de Ediciones B leyó el blog y contactó conmigo para escribir una novela.

¿Qué es lo que caracteriza sus novelas?

En mis libros el humor tiene el mismo peso que el sexo. El humor está entrelazado en toda la historia como parte básica para entender la vida. La gente que lee mis libros no solo piensa en la parte romántica y erótica, porque la trama también es muy importante.

En sus anteriores novelas decía que el personaje de Carlota era su alter ego. ¿Sucede algo similar en este libro?

En mis otros libros la gente podía pensar que estaban basados en mí. Sin embargo esta novela es pura ficción: es la historia de un gigoló que no quiere serlo. Es un chico que se ve metido de golpe en ese mundo, en el que tiene que aprender y adaptarse. En esta novela no hay nada personal, todo es ficción, aunque siempre hay algo real. Por ejemplo, he metido un personaje que es gallego. Cuando creas los personajes no puedes evitar pensar en tus experiencias.

¿Qué tiene de especial Un chico cualquiera?

El humor y la realidad son los puntos clave que distinguen mis novelas de las demás. En mis libros no hay millonarios ni chicas débiles, yo quiero mostrar a una mujer real y empoderada. Las protagonistas buscan salir adelante, se buscan las castañas solas. No me gusta el rol de jovencita a la que un millonario enseña todo. En Un chico cualquiera, Raquel es la que manda, la que tiene el poder. Quiero que en mis textos las mujeres sean dueñas de sí mismas. Mis obras muestran la realidad, no solo lujo y glamour, que también, porque hay que hacer soñar a la gente, pero sin olvidar la vida tal cual es.

¿La novela erótica continúa teniendo el mismo tirón que hace unos años?

Creo que incluso mucho más. Actualmente todas las librerías tienen sección de erótica, y antes no. A mí me llama mucho la atención lo voraz que es la gente a la que le gusta el género, porque leen todo lo que se publica. El género erótico está en pleno boom, y ahora la gente se siente más libre de admitir que consume estos libros. Antes daba como reparo, había risitas... Ahora es mucho más normal leer literatura erótica.

¿Todavía existen tabús sobre este tipo de literatura?

La gente lectora y los medios de comunicación le han puesto la etiqueta de mal escrita solo por el hecho de ser erótica, y es un estigma contra el que los escritores de este género tenemos que luchar. Hay novelas buenas y malas, independientemente del tema.