Desde mayo de 2005 el Concello ha realizado revisiones técnicas a los inmuebles catalogados de la ciudad y a aquellos que tienen más de 40 años de antigüedad. Cada año hasta 2017 el servicio de Rehabilitación e Vivenda ha manejado alrededor de 500 expedientes en distintas fases de tramitación. Pero estos procesos, las inspecciones técnicas de edificios (ITE), dejaron de hacerse el año pasado, y tampoco se llevarán a cabo este, a raíz de una sentencia del Tribunal Constitucional que declara contraria a la Constitución la normativa básica estatal en materia de inspección de inmuebles e informes de evaluación. La regulación normativa que permitirá retomarlas aún no está aprobada al completo.

El Gobierno local pretende recuperar la revisión de edificios y la comprobación de su estado, mantenimiento y seguridad. Para ello, tiene que adaptar la ordenanza municipal vigente a la nueva ley de rehabilitación y renovación urbanas de Galicia, aprobada este año, que regula los expedientes evaluadores. Los dos cambios normativos, el autonómico y el municipal, son imprescindibles para retomar la ITE en la ciudad.

En este proceso se encuentra ahora el servicio de Rehabilitación, con el estudio de la normativa autonómica del pasado abril y del ajuste en esta ley de la ordenanza municipal. La previsión, según fuentes del Ayuntamiento, es que esta adaptación reguladora se materialice antes de que termine este año para retomar las inspecciones a partir del próximo. Ese paso tendrá que ser aprobado primero por la Junta de Gobierno Local y después por el pleno de la Corporación de manera inicial, con un periodo abierto para alegaciones antes de la aprobación definitiva.

El anterior Gobierno local pretendía hace dos años, antes de la suspensión de los procedimientos de inspección, instar a que los hicieran todos los edificios catalogados en el plan general, los de antigüedad superior a 40 años ubicados en áreas de rehabilitación y los de más de 40 años del resto de la ciudad. El nuevo Ejecutivo determinará a cuáles afectarán.

La derogación de la ley estatal a finales de 2017 suspendió la actividad de inspección inmobiliaria. La Memoria de Gestión Municipal de 2018 refleja que en el pasado ejercicio no se inició ningún expediente de ITE (frente a los 47 del año anterior y los 167 de 2016), aunque se archivaron 62 (170 en 2017 y 484 en 2016) iniciados con anterioridad. En la actualidad hay 455 informes en alguna fase de tramitación, como consecuencia del incremento de requerimientos municipales hace tres años, cuando el Concello reclamó la revisión de sus inmuebles a los dueños de los edificios que aún no la habían hecho en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería.

De los 62 expedientes archivados durante el año pasado, 46 merecieron un dictamen favorable y 16 fueron desfavorables y se cerraron tras la ejecución de obras demandadas. La memoria anual recoge también que en materia de inspección de edificios se reiteraron tres requerimientos de revisión, se realizaron 58 informes técnicos, 121 informes jurídicos y 119 notificaciones en los expedientes tramitados.

La ITE es un requerimiento por el que Ayuntamiento insta a los titulares de los inmuebles inscritos en el registro a realizar una inspección técnica que acredite el estado de conservación y sus condiciones de funcionalidad, ornato, estabilidad, seguridad, estanqueidad, consolidación estructural y habitabilidad como características principales. Los propietarios tienen un año para hacer la revisión desde que reciben la notificación.

El Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos de A Coruña considera fundamental las inspecciones para evitar que se agrave la degradación de los inmuebles por deterioros en fachadas, cornisas, balcones o cubiertas que pueden crear situaciones de peligro, grietas y humedades o deficiencias generales de carpintería. Los problemas estructurales son más frecuentes en edificios muy viejos o que hayan sufrido daños relevantes.

Los profesionales aconsejan a los administradores de la comunidad de propietarios que contraten los servicios de empresas o arquitectos de confianza y altamente profesionalizados para las inspecciones de sus viviendas. Según la ordenanza municipal aún en vigor, si una revisión no es satisfactoria, el acta debe señalar los desperfectos de la estructura con riesgo para la vía pública, explicados con sus posibles causas y acompañados de las medidas de seguridad propuestas y con la descripción de las obras necesarias para solucionar las deficiencias. Superada la ITE tras la ejecución de los trabajos, las siguientes inspecciones se harán en el año siguiente a aquel en que hayan transcurrido diez años desde la anterior revisión.