La Policía Nacional recurrió a las armas de fuego para hacer un disparo al aire al tratar de reducir a un hombre que en la noche del sábado causó destrozos en una cafetería de la calle Torreiro. Tres patrullas se desplazaron a la zona tras la llamada del responsable del local en la que les informó de que un individuo había entrado en su establecimiento y que debido a una discusión estaba rompiendo vasos y botellas y dañando parte del mobiliario. Tras casi una hora delante de la cafetería intentando controlar la situación para que el hombre saliera a la calle, cinco agentes entraron protegidos con armas y escudos y lo sacaron a la fuerza, lo introdujeron en un vehículo policial y lo llevaron detenido a las dependencias de Lonzas.

Según fuentes policiales, el individuo, de 39 años y nacionalidad senegalesa, es cliente habitual de la cafetería donde protagonizó el incidente y discutió con el propietario por no abonar las consumiciones que pidió. No tiene detenciones previas.

La intervención policial se produjo en un momento, a partir de las 23.30, en el que había muchos clientes dentro y fuera de los locales a ambos lados de la calle. Tras atender la llamada del dueño del local, dos unidades del 091 se situaron en el cruce de Torreiro con San Andrés y una más llegó después, a medida que la tensión subió, para situarse frente a la cafetería, dado que el hombre, que llevaba un cuchillo de grandes dimensiones, se resistía a salir ante los requerimientos de los agentes que le hablaban desde la entrada.

Según la empleada de otra cafetería de Torreiro, el causante de los destrozos entró primero en su local y pidió que le sirvieran en un tono agresivo y en voz alta molestando a clientes. Al instante, cuenta, el hombre salió a la calle sin tomar nada y entró en otro negocio, en el que acabaría causando los daños y del que posteriormente saldría detenido. Aquí sí consumió pero se negó a pagar, lo que motivó una discusión que derivó en comportamiento violento. El hombre cruzó al otro lado de la barra, mostró su cuchillo y comenzó a lanzar botellas y vasos al suelo.

Ya con los agentes delante del local y ante la negativa del hombre a salir del mismo y mientras seguía lanzando objetos contra los cristales de la entrada, los policías accedieron protegidos con un escudo y apuntando con pistolas. Uno de los agentes, según las mismas fuentes policiales, disparó al techo para intimidar al hombre. Entre cinco efectivos se enfrentaron a él, lo inmovilizaron en el suelo y lo sacaron agarrándolo por las piernas, los brazos y el cabello para meterlo en un coche patrulla, de acuerdo con el relato de un testigo de la intervención. Dos policías sufrieron golpes y lesiones leves a consecuencia del forcejeo durante la detención. En ese momento consumidores de otros establecimientos presenciaron la acción de los agentes en la calle. El vehículo abandonó Torreiro y la tranquilidad volvió a la zona el resto de la noche.

El mismo testigo y empleados de otros locales de la calle aseguran que el detenido es un cliente habitual en cafeterías céntricas y suele pasear a diario por la zona. Uno de ellos apunta que acostumbra a pedir cervezas sin alcohol y las consume con tranquilidad, la mayoría de las veces sin hablar con nadie y sin protagonizar incidentes. Por ello se preguntaban ayer qué pudo ocurrir la noche anterior para que el hombre actuase con violencia.