La Consellería de Medio Ambiente, que impulsa la reforma de la antigua delegación de Sanidade, se quejó en mayo, en plena precampaña electoral, de la demora de la licencia para las obras, que había pedido en noviembre del año pasado. Pero fue el 29 de abril cuando el Concello le requirió el pago de los 10.417,91 euros de tasas para otorgar el permiso y no fue hasta el 5 de agosto, hace una semana, que se abonó la cantidad a través de la Axencia Galega de Infraestruturas. Con la recepción de la copia de los justificantes del pago, la Junta de Gobierno Local aprobará hoy mismo la concesión de la licencia.

Fuentes de Medio Ambiente habían reprochado en mayo, en un comunicado, no haber recibido el permiso en aquel momento pero desde el anterior Gobierno local contestaron que la propia Dirección Xeral de Patrimonio no había autorizado la intervención hasta finales de abril, cuando se avisó de la falta del pago para poder otorgar la licencia municipal. Y así consta en el expediente del Área de Rexeneración Urbana que se aprobará esta mañana en la Junta de Gobierno Local.

La arquitecta técnica municipal dio su visto bueno al proyecto de ejecución de los trabajos en enero, pero alertaba de que la situación del inmueble, al lado del elemento arqueológico Viaxe de Visma, incorporado al catálogo de bienes protegidos del plan general, obligaba a recabar un informe de Patrimonio. Tal como queda reflejado en la documentación, el control arqueológico del proyecto se autorizó el 26 de abril por parte de los técnicos autonómicos.

Las obras, con un plazo de dos años y un coste de 4,5 millones, suponen la rehabilitación de 5.500 metros cuadrados en el edificio, que data de 1971, y que tiene dos piezas: una prismática de cinco plantas y planta rectangular, que da a la calle Gregorio Hernández, y otra con planta ovalada y cuatro plantas que ocupa el interior de la parcela. El nuevo espacio, llamado Amizar, contendrá varios servicios: oficina de empleo, espacio para asociaciones, oficinas de la Xunta y un espacio común. El proyecto mejorará la eficiencia energética del conjunto un 30% pero no modifica el número de plantas o la edificabilidad actual del mismo.