El astrofísico José Antonio Caballero, miembro del Centro de Astrobiología de Madrid, comentará el viernes Más allá del sol en la Casa de las Ciencias (20.30 horas), un programa que explica a niños y mayores qué son los exoplanetas a través de la voz de una pequeña que se llama Celeste.

¿Cómo definiría a los exoplanetas?

Los planetas que se encuentran fuera del Sistema Solar. Dentro tenemos ocho, y no nueve, porque Plutón siempre ha sido otra cosa. Desde 1995, que empezamos a estudiarlos, se han descubierto más de 4.000 exoplanetas. Los primeros eran muy grandes, como Júpiter, pero según mejoramos la tecnología los vemos más pequeños, como la Tierra y con propiedades similares.

¿Puede haber ahí fuera un planeta como el nuestro?

Sí. Hace dos semanas anunciamos un planeta que es como la Tierra de tamaño en el que se podría hacer un estudio de la atmósfera para saber si es compatible con la vida. Sin embargo, este está demasiado cerca de su estrella, porque está muy caliente, así que el próximo objetivo es encontrar uno igual pero más lejos de su estrella. A la misma distancia que la Tierra del Sol. Será Terranova.

Hay quien todavía quiere creer que hay extraterrestres en ese más allá, ¿qué opina?

Que es una chorrada. El Gobierno de Estados Unidos apoyó el bulo de los ovnis en los años 50 para que no llegara información a los soviéticos. Era cosa de la Guerra Fría. Pero es una chorrada. Igual que la idea de que la Tierra es plana o de que el hombre nunca llegó a la Luna.

¿Por qué resultan tan atractivos los temas de astrofísica al público general?

Porque hay varias cosas que todos los seres humanos nos preguntamos, como ¿de dónde vengo? o ¿a dónde voy? Pero los científicos afinamos más y nos preguntamos si vamos a encontrar otro planeta mientras que un biólogo estudia cómo se formó la vida. Son temas candentes de física que a cualquier persona le interesan. Es el gusanillo científico.

¿Y como llega ese gusanillo a convertirse en profesión?

¿En mi caso? Pues porque me llevaron a ver La Guerra de las Galaxias con cuatro años. Pero, en general, creo que hay muy pocos niños que quieran ser astrofísicos. Ahora solo quieren ser youtubers o jugadores de fútbol. Por eso es necesario que los presupuesto vayan a educación y a investigación.

Usted también ayuda a generar ese interés en niños y mayores con sus charlas de divulgación científica.

Sí. Intento poner mi granito de arena. Me doy por satisfecho si después de mi charla, un niño llega a su casa y busca información sobre agujeros negros o exoplanetas. Pero si nadie les habla de eso, es como si no existiese. Cuando años después de una actividad, se me acerca un chaval y me dice que fue a una de mis charlas y ahora está estudiando Física, me parece que todo merece la pena.

¿Porque hay menos alumnos en estas carreras?

Los que trabajamos en la Universidad notamos que los estudiantes son menos buenos. Siempre hay genios pero la media va empeorando. No obstante, lo importante es investigar. Si un país no investiga, no llega a ningún sitio.

¿A qué se refiere?

Pues que para salvar vidas en hospitales o hacer móviles de última generación, hay que investigar.

Y para ello se necesita financiación.

Claro. Hay gente que está haciendo investigación básica. Y dices: ¿Y eso para qué sirve? Pues a lo mejor uno está estudiando la radiación electromagnética en un resistor. Y a ti ni te va ni te viene. Pero resulta que, de casualidad, ha descubierto el wifi. Entonces, en el centro donde han descubierto el wifi, que está en Australia, que yo lo he visitado, son ricos. Hay que decirle al público que hay que invertir en Educación, Sanidad, investigación y Ecología. Hay muchas cosas, pero que no se olviden que investigar es una cosa más. Ese dinero sirve para algo y lo vemos cada día, ya solo con los teléfonos que utilizamos.