La Audiencia Provincial condenó a un hombre de 31 años a una pena de nueve meses y un día de prisión por un delito de robo con fuerza y a otra de seis meses y un día por uno de estafa continuada al declararse culpable de llevarse dinero y joyas de la casa de la vecina que le había dejado las llaves mientras se fue de vacaciones. El ahora condenado, que carece de antecedentes penales y por lo tanto no ingresará en la cárcel, admitió también haber cogido una tarjeta de crédito de la vivienda para hacer compras por internet y extraer diferentes cantidades en cajeros de entidades financieras.

La sentencia, contra la que no cabe la presentación de ningún tipo de recurso, se emitió después de que la Fiscalía y la defensa alcanzaran un acuerdo y de que el acusado entregará a la víctima durante el juicio 250 euros, que se suman a las cantidades que la mujer recibió de sus seguros de vivienda y de la tarjeta. El fallo judicial establece que el condenado deberá abonar una indemnización de 3.504 euros a su vecina, además del valor de las joyas sustraídas, de la que habrá que descontar lo que percibió de sus seguros.

Los hechos sucedieron en el verano de 2015, cuando la víctima dejó las llaves de su casa a la mujer que convivía con este hombre, quien aprovechó la ocasión para hacer una copia. Una vez que se marchó de vacaciones, entró en el domicilio y se llevó tres joyas, una de las cuales fue recuperada, y 400 euros.

En octubre, volvió al piso y cogió 200 euros, mientras que en mayo del año siguiente regresó para llevarse 40 euros y tomar además los datos de una tarjeta de crédito con la que hizo dos meses después seis compras por internet por valor de 1.904 euros.

En agosto de ese mismo año, el individuo utilizó esa misma tarjeta para extraer 300 euros en cada uno de los cuatro cajeros bancarios a los que acudió a lo largo de dos días.