Guillermo Couto tiene cinco años y ayer fue su primer día de pesca y, también su primer campeonato. Cogió un sitio en las piedras de O Parrote con sus padres y se sentó, con su peto azul, a esperar "con ilusión" a que picasen los peces en la caña, sin saber muy bien si lo hará más veces a lo largo del año. A su lado, estaba Adrián Hortas, también de cinco años, que hizo una primera prueba hace dos días con el abuelo, para ver si esto de la pesca deportiva le hacía gracia o le aburría.

Un poco más de experiencia tiene Paula Iglesias que empezó a pescar con su tía hace unos siete años, cuando ella tenía "cuatro o cinco". Dice que le gusta porque le relaja, porque usa ese tiempo, entre que prepara el cebo y tira la caña, en "pensar" en sus cosas, En total, participaron ayer 46 jóvenes, con edades comprendidas entre los cinco y los 17 años, en la edición número 22 del campeonato de pesca deportiva que organiza la asociación Robalo y que, ayer, tuvo un significado especial: el recuerdo a Antonio Taboada, uno de sus integrantes que, inesperadamente faltó a la cita, ya que falleció esa mañana.

Fueron dos horas de pesca en un día de mucho viento, de cinco a siete de la tarde, con el único objetivo de pescar lo máximo posible ya que, en este concurso, gana quien tenga la cesta más pesada al acabar el tiempo, es decir, quien más kilos pesque, independientemente del tamaño y de la especie de las capturas.

Iván García, que ayer competía en la categoría de los mayores, de catorce a 17 años, y en la que no se puede recibir ayuda ya de los adultos, asegura que lo que más le gusta de pescar es tener la oportunidad de hacer algo diferente y al aire libre. "Vengo con mis amigos, pasamos el rato y nos lo pasamos bien, también vengo con mis padres y con mi hermano. También le gusta pescar, así que, anda por aquí", explicaba ayer García.

Para Paola Gude, de siete años, estar en el muelle con su padre no es raro, por ahora, dice que está aprendiendo a pescar, pero tiene claro que, lo que más le gusta es ver cómo pican los peces y, su segundo momento favorito es cuando hay que lanzar la caña, lo de poner el cebo queda para cuando sepa un poquito más. Asegura que tanto a pescar como los nombres de los peces, se los ha enseñado su padre. Él, que los aprendió "mirando a la gente" y preguntando.

Los ganadores en la categoría de benjamines (de cinco a nueve años) fue Nerea Vila Cordeiro. En la de infantiles (de diez a trece), Xavier Castro López, y en la de juveniles (de 14 a 17), Alejandro Espiñeira Faura.