Los recintos culturales de la ciudad cerraron 2018 con más público del que habían generado el ejercicio anterior. A pesar de los buenos datos que ofrece la Memoria de Gestión del año pasado sobre la actividad del Instituto Municipal A Coruña Espectáculos (IMCE), los edificios que tejen esta red cultural y el personal que lo mantiene reclaman mejoras y más plantilla. El IMCE se encarga del teatro Rosalía, del auditorio, las salas de cine y las aulas del Fórum Metropolitano, también del Coliseum, de las aulas del Ágora y tiene la gestión compartida del Colón junto con la Diputación, y programa actividades culturales en el Palacio de la Ópera durante 18 días al año. Cuenta con una partida de gastos corrientes de 5,48 millones de euros.

Coliseum. El recinto consiguió casi duplicar el número de asistentes a sus propuestas durante el año pasado, de los 97.128 espectadores que estuvieron en Lavedra en 2017, pasó a los 191.306 de 2018. Durante ese ejercicio consiguió gran afluencia de público en varios espectáculos como el de Melendi, que colgó el cartel de no hay entradas; el de la gira de Operación Triunfo, o el concierto de Shakira, que había sido programado para 2017, pero que se celebró finalmente en julio del año siguiente. Fue el año también en el que El Circo del Sol presentó su montaje Ovo en la ciudad, con funciones durante las vacaciones navideñas.

Con casi el doble de espectadores que el ejercicio anterior, el recinto cuenta con deficiencias que, incluso, le llevaron a ser protagonista en los presupuestos participativos. Los usuarios reclamaban la reforma de los baños, ya que muchos de ellos carecen de pestillo en la puerta y sus piezas son antiguas y tienen desperfectos. En la petición, se hacía también énfasis en la accesibilidad para las personas de movilidad reducida, ya que pedían que el edificio se adecuase a sus necesidades, tanto en el acceso como a la hora de ir al servicio. Durante el año pasado, el alquiler del multiusos para la realización de ferias y congresos generó unos ingresos de 21.599 euros, según la memoria de gestión.

O Túnel. En el Coliseum está también otro espacio cultural, la sala O Túnel, que, durante el año pasado incrementó sus espectadores rozando los 3.000, con unos ingresos por cobro de precio público de 1.322 euros. Dentro del complejo del Coliseum están también las cabinas de ensayo. Durante el año pasado, fueron doce los grupos que hicieron uso de ellas y generaron unos ingresos de 8.549 euros.

Teatro Rosalía de Castro. En el teatro de Riego de Agua, los datos también fueron positivos durante el año pasado, ya que el recinto pasó de tener 44.801 espectadores en 138 espectáculos en 2016, a 46.256 en 135, en 2017 y a 52.056 con la programación de 137 actividades durante el pasado ejercicio. Este contenedor cultural, al igual que el Coliseum y el Colón cuenta con su propia dirección, Paulo Rodríguez, Javier Rodríguez, y Bettina Kohlhaas, respectivamente, a diferencia de lo que ocurre con el Fórum Metropolitano y con el Ágora.

Fórum Metropolitano y Ágora. Esta legislatura arranca con cuentas pendientes con los recintos culturales, como la cobertura de vacantes en la dirección del Fórum y del Ágora, después de que la directora del Fórum, Begoña Llamosas „ahora en excedencia„, denunciase al Concello el año pasado por obligarla a gestionar los dos edificios desde 2012, con el incremento de su jornada laboral que eso suponía. Este proceso se saldó con un acuerdo en sede judicial con el anterior Ejecutivo en el que el Concello aceptaba retirar la encomienda a Llamosas de gestionar el Ágora, aunque sin buscar una alternativa a la falta de dirección del servicio.

Tras las elecciones municipales, que dejaron a Marea Atlántica en la oposición y la vuelta del PSOE a la Alcaldía, esta situación no se ha resuelto todavía y el Gobierno local tampoco ha aclarado cuáles son sus planes para estos recintos ni para las deficiencias que acarrean.

La carencia de personal del Instituto Municipal A Coruña Espectáculos (IMCE) provocó que los trabajadores firmasen el año pasado un escrito en apoyo a Llamosas en el que, además, solicitaban más efectivos para todo el trabajo que se realiza en sus oficinas, desde la programación de grandes conciertos y fiestas hasta actividades más pequeñas, como proyecciones de cine. Esta plantilla se vio mermada todavía más este año con el fallecimiento de Fernando Amaro, coordinador de Fiestas del IMCE y cuya plaza todavía no se ha cubierto.

Actualmente, el edificio del Fórum Metropolitano depende de la Concejalía de Bienestar Social, Participación e Igualdad, que dirige Yoya Neira, aunque su programación está en manos del IMCE. Más allá de los problemas internos que tengan los espacios, el Fórum Metropolitano se ve año tras año condenado a poner cubos y papeleras en el inmueble„llegó a haber estanterías de la biblioteca tapadas con plásticos„ para evitar inundaciones y desperfectos por las filtraciones de la lluvia. Algo que provoca las quejas de sus usuarios cada invierno.

Durante el año pasado, según la memoria de 2018, el Fórum programó 177 actos a los que acudieron 29.274 espectadores, aunque registró una bajada en el público del cine, de 11.583 espectadores pasó a 9.511. No hay, sin embargo, registros sobre el público que acudió al Ágora, a pesar de que se organizan actividades como el ciclo Poetas di(n)versos o el ciclo Bebescena.

Hay, sin embargo, datos de los asistentes a los campamentos, 793, y también el número de plazas ocupadas en el programa de ocio que se desarrolló en este equipamiento: 1.823. El alquiler del auditorio dejó en las arcas municipales 13.885 euros. El Fórum generó 5.410 euros en este sentido.