Los nuevos gestores del ascensor y el mirador del monte de San Pedro proponen al Concello abrir más días el elevador y hacer actividades en las que se pueda cobrar entrada o un alquiler del espacio para mejorar la rentabilidad del recinto, aunque, según explica el chef Luis Veira, la medida que más ayudaría a este enclave es que el bus urbano llegase hasta el parque, que no se quedase en Os Rosales y acercase a los usuarios al mirador.

"Es una medida que no cuesta nada y que mejoraría mucho", explica Veira que, junto al empresario José Blanco Castiñeira, se hizo con la concesión del mirador y el ascensor en marzo del año pasado. Cree que mucha gente no se acerca hasta el monte de San Pedro por la incomodidad de llegar en transporte público y que eso podría cambiar con la ampliación de las líneas cercanas, 3, 3 A, 12 y 14 o, al menos, con alguna. En 2016, el Concello decidió modificar el horario que había para que el elevador solo funcionase unos 190 días al año, unos cien menos que anteriormente.

El Gobierno local tomó esa decisión para reducir las pérdidas que generaba el ascensor. Actualmente, el elevador solo se puede utilizar de martes a domingo en verano y los fines de semana en invierno, además de en vacaciones. Veira plantea, aunque este cambio no se puede ejecutar sin el visto bueno de la Junta de Gobierno local, que el ascensor pueda ampliar su horario, de modo que empiece a abrir de jueves a domingo a partir del mes de abril o más días durante el invierno para conseguir que más visitantes usen el elevador.

Los nuevos gestores explican que los números han empezado a aumentar desde que se han hecho cargo de la concesión, tanto en el número de pasajeros del elevador, que se han incrementado aproximadamente un 30% en el primer semestre de este año, en comparación con el mismo periodo del ejercicio pasado, como en el de visitantes, por lo tanto, también sus cuentas, ya que cada viaje tiene un precio de tres euros. Actualmente, la concesionaria pasa al Concello unos gastos de 78.000 euros anuales y confía en que este primer año completo en el que están al frente de este proyecto, pueda cerrarse con un déficit cero o muy pequeño. Según el contrato firmado con la adjudicataria, si las instalaciones dan beneficios, es el Concello el que se los queda, así como si genera pérdidas, son las arcas municipales las que las asumen. La concesionaria ha abierto en el monte de San Pedro el restaurante con una estrella Michelin Árbore da Veira y asegura que, en todas sus actividades, se afana en difundir que el ascensor está abierto y que es un activo más para los clientes.

Otra de las soluciones que la nueva adjudicataria propone para mejorar las cifras del mirador es que se puedan hacer exposiciones de arte y actividades en este espacio por las que se permita cobrar entrada a los visitantes o por las que se pueda solicitar un precio a la organización por la reserva del equipamiento.

Estas ideas están encima de la mesa, aunque, por ahora, según explica Veira, todavía no han avanzado en ellas con el Gobierno local. "Hay buena predisposición, pero estos cambios tienen que pasar por junta de gobierno no son de un día para otro", argumenta Veira, que apuesta por que tanto la gestión del mirador como la del ascensor sean sostenibles y no ocasionen pérdidas al Concello.

Hasta el cambio de titulares en la concesión, estos equipamientos generaban gastos millonarios al Concello, tanto, que el PP decidió investigar las facturas y, ya con Marea en María Pita, se culminó el proceso. El Concello le reclamó a los anteriores adjudicatarios la devolución de 603.090 euros al entender que las pérdidas generadas entre 2010 y 2012 y sufragadas por las arcas municipales eran demasiado altas y no se correspondían con el coste de los servicios prestados.