Ubicada en la calle Damas, la Casa CornideCasa Cornide, propiedad de la familia Franco, se esconde en la Ciudad Vieja como si el tiempo no pasara por ella, pero sin quedar libre de polémica. La exigencia de su devolución al patrimonio municipal nunca deja de ser un tema de actualidad. Y mientras, sin ningún acuerdo claro sobre su titularidad, se enciende la luz en su interior. En los últimos días se ha registrado actividad en este inmueble, también por la noche.

Este pazo urbano del siglo XVIII llegó a ser Casa do Concello y sede de dependencias municipales. En 1962 fue enajenada mediante subasta pública y el mejor postor fue el empresario coruñés Pedro Barrié de la Maza, que ofreció 305.000 pesetas. En el escrito de adjudicación se expresaba el deseo de transferir el edificio a Carmen Polo, esposa del entonces jefe del Estado, Francisco Franco, que finalmente la incorporó a su patrimonio.

Casi 60 años después de aquella puja, la familia del dictador sigue siendo propietaria de la Casa Cornide. E incluso disfruta de ella. Al igual que el Pazo de Meirás. En el libro Meirás, un pazo, un caudillo, un espolio, los historiadores Carlos Babío y Manuel Pérez Lorenzo concluyen que la adquisición de la Casa Cornide para que pasase a manos de los Franco responde a una operación orquestada.

Según Babío y Pérez, hubo pasos clave para conseguir que este edificio pasase a integrar el patrimonio de los Franco. El primero lo dio el Ayuntamiento de A Coruña, que adquirió el inmueble mediante permuta por otro terreno que pasó a ser titularidad del Estado, y cuando en 1962 lo saca a subasta, el banquero Barrié de la Maza puja y se lo queda. A la subasta solo se presenta con una oferta más baja, otro candidato, el falangista José Luis Amor. El Concello, además, liberó al nuevo propietario de algunas de las limitaciones recogidas en el pliego de la subasta como que no se pudiesen realizar obras sin la autorización municipal o que el adjudicatario del inmueble no pudiese enajenar la finca durante los diez años siguientes a su adquisición. Así Carmen Polo consiguió su casa en el centro de la ciudad.

Hace más de un año y medio, en enero de 2018, Marea y PSOE respaldaron en el pleno la moción del BNG para exigir la recuperación del inmueble para el patrimonio de la ciudad. El PP se abstuvo pero, sin embargo, defendió la cesión gratuita del edificio.

El consenso de los tres grupos supone que el Ayuntamiento „cuando se aprobó la moción estaba Marea en el Gobierno local„ debe adoptar medidas que le permitan recuperar la Casa Cornide. También se instó a Xunta y al Gobierno estatal a la eliminación de los derechos hereditarios a efectos tributarios. El concejal de Culturas en aquel momento, José Manuel Sande, avanzó que se crearía un Consello da Memoria Democrática, cuyo primer cometido sería analizar la situación del histórico edificio de la calle Damas. Una tarea que nunca llegó a completarse y que será el Ejecutivo, ahora del PSOE, el que tenga que mover ficha para que la luz de su interior pase a ser de todos, y no de una sola familia.

El asunto también llegó al Congreso de los Diputados, donde el Ministerio de Cultura explicó, en una respuesta a En Marea, que desde que el inmueble pasó al patrimonio municipal, en 1962, nada más consta en sus archivos. Así descartó investigar cómo el inmueble pasó a manos del dictador Franco, si se utilizaron fondos públicos y, por consiguiente, adoptar medidas para recuperarlo.