El primer plan municipal diseñado para intervenir en emergencias causadas por contaminación en el litoral cuenta ya con la homologación de la Xunta, que ayer dio validez, a través de la Comisión Técnica Permanente de Protección Civil, a la planificación de contingencias de protección elaborada por la concejalía de Medio Ambiente. Por primera vez la ciudad dispondrá de una estrategia de respuesta frente a riesgos motivados por actividades como la de la refinería y su muelle petrolero, la recogida de aguas pluviales o la depuradora de aguas residuales de Bens, principales focos donde pueden surgir distintos casos de contaminación marina.

El objeto de este plan local es que el Concello cuente con un dispositivo permanente de intervención, con estructura de mando y procedimientos de actuación y catalogación de medios, para hacer frente a peligros contra la salud humana, los ecosistemas marinos y costeros y las actividades marítimas y de ocio. Trabajadores municipales, servicios locales de emergencia y seguridad ciudadana (bomberos, Policía Local, Protección Civil) y personal de las empresas que prestan servicios susceptibles de causar algún caso de contaminación en el litoral participarán en las operaciones que recoge el plan para garantizar la salud de la población y la seguridad de los bienes y servicios del municipio y conservar el medio natural.

Tras la homologación de este plan del Concello por parte de la Comisión Técnica Permanente, el documento pasará a debate y aprobación en la Comisión Galega de Protección Civil y se añadirá posteriormente al plan que ya tiene la Autoridad Portuaria para la actuación ante vertidos en sus instalaciones, que pueden afectar a zonas situadas fuera de las mismas. Hasta ahora solo seis de los 81 municipios costeros de Galicia tienen un plan de estas características para actuar en emergencias debidas a contaminación marina.

El plan municipal, que adelantó este periódico, subraya que el elevado tráfico marítimo en la costa coruñesa y la actividad humana representan un riesgo para el medio ambiente marino, con el vertido de hidrocarburos como "el escenario accidental de mayor relevancia". La refinería y el muelle petrolero de Repsol y el tráfico de buques petroleros por las aguas coruñesas son los principales factores que darían lugar a una situación de riesgo por contaminación marina, señala el documento, que añade la estación depuradora de Bens y los astilleros como puntos donde pueden originarse acciones contaminantes.

Los hidrocarburos, el agua que contiene hidrocarburos, metales pesados como el hierro, el cromo o el zinc, productos químinos y residuos líquidos generados por los barcos son las sustancias y productos con la peligrosidad más elevada entre los que pueden causar efectos nocivos para la salud humana y los seres vivos, según apunta el plan municipal. Entrañan un riesgo alto las aguas utilizadas para extinguir incendios, la residuales sanitarias, las que tiene una alta carga inorgánica y no están tratadas y los carbones y coques. El peligro es medio con los aceites y grasas, aguas de sentina y productos agroalimentarios. El agua con sólidos en suspensión, los residuos sólidos urbanos y sustancias inertes como la chatarra suponen un riesgo bajo que también debe ser tenido en cuenta.

Vulnerabilidad

Otros usos del mar y actividades pesqueras y marítimas, turísticas y de ocio también se pueden ver perjudicadas por casos de contaminación en el litoral, lo que conlleva la aplicación de medidas de emergencia inmediatas. La costa coruñesa, según señala el Plan de Contingencia por Contaminación Marina Accidental de Galicia, tiene además una "vulnerabilidad socioeconómica alta" ante un caso de vertido, no solo por la elevada población residente sino también por las actividades pesquera y turística; en cambio, apunta que el riesgo ambiental es "muy bajo o bajo".

El análisis de riesgos elaborado por los técnicos municipales en el plan contra la contaminación marina refleja que los vertidos a mar abierto suponen un mayor peligro ambiental que afecta a Espacios Naturales Protegidos de la costa de Dexo, a tres kilómetros del litoral coruñés, de la ría de O Burgo y a A Costa da Morte, a cuatro kilómetros de distancia. El documento prevé que los residuos marinos recogidos del mar se puedan almacenar de forma temporal en la explanada de las Esclavas, en la coraza de Riazor y junto a la fuente de los surfistas.