El Gobierno municipal concede hoy a Urbanizadora Herculina, promotora de Ángel Jove, permiso para levantar otro edificio nuevo en el llamado polígono de Náutica, en San Roque de Fóra. Levantará ocho alturas y cuatro sótanos en el litoral, con fachadas a Paseo de Ronda y Almirante Cadarso. Se le otorga una licencia nueva, después de que el Gobierno de Marea declarase caducada la que se le dio en 2013, solo unos meses antes de la aprobación del plan general y, por tanto, acorde con el plan de 1998, menos restrictivo. La empresa recurrió ante los tribunales la paralización pero, paralelamente, incluso a pesar de que obtuvo una victoria judicial en primera instancia, modificó su proyecto y pidió una autorización nueva a finales de 2018. Ahora obtiene el permiso tras haber adaptado el diseño al plan general de 2013, según confirman fuentes de la Concejalía de Urbanismo.

El edificio de Ángel Jove tendrá ocho plantas (siete y ático) y cuatro sótanos, destinados a coches y trasteros, con dos locales comerciales de 107 metros cuadrados. En total, 30 pisos y 42 plazas de garaje. Urbanizadora Herculina, que invertirá 1,97 millones de euros en el proyecto, tuvo que presentar varias versiones del edificio hasta lograr un informe favorable.

La primera la envió en agosto del año pasado. Al estar en un Área de Planeamiento Incorporado, esto es, en un ámbito cuyos derechos de edificación proceden del plan de 1998 firmado por el Gobierno vazquista, defendió ante el Concello mantener algunas de dichas facultades, como el cómputo de edificabilidad, que fueron corregidas por Urbanismo para que se adaptase al plan de 2013.

El último de los cambios fue en febrero de este año, tras lo que obtuvo el informe favorable de los técnicos. La Junta de Gobierno Local ratifica hoy el permiso de construcción, por lo que Urbanizadora Herculina levantará el bloque, que acompañará al nuevo inmueble acristalado de color oscuro que se ve desde toda la bahía coruñesa. Tiene un plazo de 36 meses para hacerlo.

Según confirman fuentes municipales, la empresa no esperó a la resolución del conflicto judicial iniciado en 2017, cuando el Ejecutivo de Xulio Ferreiro declaró expirado el permiso para construir concedido antes de la aprobación del PGOM de 2013. Fue la única caducidad declarada en el polígono, después de informar de que iba a hacerlo con otros proyectos vecinos.

El juzgado le dio la razón a la empresa en primera instancia. Anuló la caducidad y concluyó que podía levantar el edificio según el permiso previo al nuevo plan general porque los problemas del terreno con los que se topó la empresa justficaban la paralización del proyecto durante varios años. El Concello recurrió pero el proceso judicial queda en agua de borrajas con el nuevo proyecto.

.