El intento de mediación de la alcaldesa, Inés Rey, entre dos sectores enfrentados en el Agra do Orzán, sus vecinos y sus hosteleros, se cerró ayer sin acuerdo y sin visos de que se pueda producir en el futuro una situación en el que ambas partes estén contentas.

Los vecinos acusaron ayer a los locales de hostelería de fomentar el ruido y de perturbar su descanso en las noches de fiesta, mientras que los empresarios aseguraron que cumplían las leyes y las normativas que se aplicaban a sus negocios. La asociación vecinal acusó también a la Policía Local de no actuar en estas calles en las que abundan los locales de copas, aunque sus argumentos fueron contrarrestados con sanciones e intervenciones por el jefe de Seguridad Ciudadana, Carlos García Touriñán, que aseguró que la Policía Local cumplía con sus funciones en la zona.

Tras más de una hora de reunión, Rey instó a las partes a que pidiesen una reunión formal con ella si querían volver al Concello, y desechó la idea de convocar otra sesión conjunta, por la falta de cooperación mostrada.