La prohibición de bañarse en aguas de O Parrote que el Concello y el Puerto impusieron desde finales de julio, y acompañaron con señales que antes no había en el lugar, sentó mal entonces a los numerosos bañistas que suelen darse un chapuzón en el lugar, incluso todos los días del año aunque llueva o haga mucho frío. La mayoría han seguido bañándose el resto del verano, pese a que la alcaldesa reiteró el veto, aunque sin aclarar si la desobediencia acarrearía una multa. Un grupo de esos bañistas ha iniciado esta semana una campaña de recogida de firmas para recabar el mayor número de apoyos que les permita llevar a un pleno municipal su demanda de poder seguir refrescándose en O Parrote sin ningún tipo de prohibición. Llevan entre 400 y 500 firmas de momento, asegura Rosa Sánchez, una de las impulsoras. Ella misma y otras compañeras de baño usuarias de La Solana, así como representantes vecinales y de entidades sociales están solicitando ese apoyo de forma presencial en la calle y en zonas próximas a O Parrote.

El Ayuntamiento avanzó hace un mes y medio, cuando impuso el veto, que estudiará habilitar la zona para el baño "en el futuro" siempre que haya medidas de seguridad y un puesto de socorrismo, la calidad del agua sea buena y exista una separación respecto a la zona de tránsito de embarcaciones o actividades portuarias.