Los alumnos del colegio de Educación Especial María Mariño deberán esperar para disponer de una cocina y un comedor, ya que la empresa a la que se habían adjudicado las obras, presupuestadas en 96.723 euros y con un plazo de ejecución de 45 días, renunció a su ejecución. La Consellería de Educación ya encargó a la segunda constructora mejor puntuada en el concurso la realización de los trabajos, según informó ayer este departamento de la Xunta a este periódico, aunque no explicó el motivo del desistimiento de la primera adjudicataria.

La presidenta de la Asociación de Nais e Pais (ANPA) del centro, Yolanda Cotelo, sospecha que la renuncia se debe al mal estado de los edificios de este complejo, en el que también se encuentra el centro asistencial Santiago Apóstol, en cuyas dependencias comen hasta ahora los alumnos del María Mariño por la falta de comedor propio. La Xunta puso en marcha este proyecto este verano tras el revuelo generado por las denuncias expuestas por las familias de los escolares en el programa televisivo ¿Te lo vas a comer?.

Las deficiencias de las que advirtieron los padres llevaron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a ordenar una investigación interna sobre el centro, después de que las familias hubiesen protestado sin éxito durante años. Yolanda Cotelo detalló ayer que durante el verano se arreglaron los baños de la planta principal, obra que estaba paralizada pese a haber sido adjudicada el año pasado, y que se dotó al centro de una cuidadora más, pero destacó que, a pesar de las promesas del Gobierno gallego, todavía no ha sido variado el menú que toman los alumnos, que considera poco variado, ya que a su juicio abusa de las patatas fritas y carece de legumbres, fruta y verdura y genera problemas digestivos a los escolares.

La Consellería de Política Social, de la que depende el comedor del Santiago Apóstol que utilizan por ahora estos alumnos, informó ayer que durante las últimas semanas se contrató a una nutricionista y que esta profesional se coordinará con el médico del centro para modificar los menús, aunque ya comenzó a introducirse más verdura en las guarniciones de los platos y más especies de pescado.

La consellería aclara además que todos estos platos están adaptados a los problemas de masticación que padecen algunos alumnos, por lo que se sirven triturados, de forma que no existe ningún peligro durante su ingestión.

El ANPA expresó también su protesta por la carencia de profesionales de fisioterapia en el María Mariño, ya que solo dispone de uno durante un día y medio a la semana y dedica su atención prioritaria a las personas con mayores problemas de movilidad. La Consellería de Educación detalló sobre esta cuestión que el fisioterapeuta da servicio en el colegio durante doce horas a la semana, ya que está compartido con el centro Terra de Ferrol, y que este horario fue acordado entre el departamento y las direcciones de ambos colegios.

Para la presidenta del ANPA, esta situación lleva a que una máquina pionera existente en el María Mariño lleve más de un año a la espera de su estreno porque no hay personal para hacerla funcionar. Fue comprada por la consellería, el colegio y la Fundación Paideia e imita el movimiento del cuerpo al andar para ejercitar la musculatura de los niños que se desplazan en sillas de ruedas.