El ejercicio contable 2018, el cuarto completo desde el inicio de su actividad a finales de 2014, deja a la concesionaria de la fábrica de armas, Hércules de Armamento, en una situación todavía más delicada que hace doces meses. Su cifra de negocio cayó un 55%; las pérdidas del último año aumentaron un 211% respecto a las del anterior; y la deuda acumulada en este lustro supera los 9,3 millones de euros. Así lo reflejan las cuentas que acaba de enviar la empresa al Registro Mercantil, cuando su concesión está revocada por el Ministerio de Defensa y el desalojo forzoso de las instalaciones debería de ejecutarse en cuestión de días.

De un año para otro, la falta de actividad industrial en la planta de Pedralonga se traduce en un incremento de la deuda de Hércules del 43,5%, de 6,5 a 9,3 millones. De la cantidad actual, 7,5 millones corresponden a pagos pendientes con acreedores comerciales a lo largo de más de cuatro años „sin contar los números del ejercicio actual„ y la cifra restante, 1,7 millones, son deudas a corto plazo.

El año 2018 deja en la empresa una bajísima cifra de negocios, 52.291 euros, menos de la mitad que en el ejercicio anterior (116.587 euros), cuando se alcanzó la cumbre de ventas, insuficientes en todo caso para afrontar las deudas acumuladas con los trabajadores y con Hacienda y la Seguridad Social „además de los impagos del canon„ y las inversiones necesarias para poder tener una producción estable.

Sin ingresos, la concesionaria multiplicó por tres sus pérdidas. Estas habían crecido progresivamente entre 2014 y 2016, disminuyeron un 26,5% el año siguiente, hasta los 870.000 euros, coincidiendo con la disminución considerable de plantilla, y volvieron a dispararse en 2018 hasta los 2,7 millones de euros.

Como en los años anteriores, Hércules mantuvo 610.000 euros de capital social. Su producción armamentística se vio restringida desde que tuvo que prescindir, en más de una ocasión, del personal de seguridad por impagos. Apenas quedan trabajadores en la fábrica, sobre la que se avecina un futuro distinto y esperanzador.