El periodo medio de pago a los proveedores por parte del Concello alcanzó los 53,85 días en julio, lo que supone que sean ya seis los meses en los que se sobrepasa el límite de 30 días establecido por la legislación para abonar las facturas. El último mes en el que se cumplió el plazo fue enero, con 27,87 días, ya que en febrero se llegó a los 32,84. A partir de entonces la cifra subió continuamente hasta superar los 50 días el pasado julio.

El incumplimiento del periodo de pago a proveedores impidió el año pasado al Gobierno local de Marea Atlántica dedicar los 15,1 millones de remanente del presupuesto de 2017 a las denominadas Inversiones Financieramente Sostenibles, ya que en noviembre de 2018 se superaba el límite de 30 días. Durante el pasado mandato, BNG, PSOE y PP atribuyeron el retraso en los pagos del Concello a la tardanza en la licitación de grandes servicios públicos, como la recogida de residuos y la limpieza viaria.

La necesidad de mantener estos servicios, que aún siguen sin adjudicarse, mediante pagos que no están previstos en el presupuesto era para la oposición la razón de la superación del plazo, mientras que Marea Atlántica atribuyó el problema a la nueva normativa estatal aprobada sobre esta gestión administrativa.

En respuesta a una pregunta del grupo socialista acerca del pago a los proveedores, Marea explicó que los cambios introducidos por el Gobierno central implicaron "una mayor lentitud" en la tramitación de las facturas, que se acumulaban antes de que se aprobase su abono por los retrasos que se producían en las fases de salida del recibo del servicio, fiscalización, emisión de informes complementarios y tramitación de reparos.

El anterior Gobierno local relató que había tomado medidas para resolver este atasco y también aplicó mejoras en el proceso de implantación de la administración electrónica, que se efectuaron en las aplicaciones informáticas para el seguimiento de las facturas y en la incorporación de una nueva herramienta digital que agilizó los trámites. Intervención contrató por su parte a un técnico interino y Tesorería trató de acelerar los procesos, mientras que la concejalía de Facenda instó a todos los departamentos municipales a que siguiesen el mismo camino.