Las religiosas Inmaculadas tienen presencia en A Coruña desde 1931, según el profesor emérito del Instituto Teológico, Carlos García Cortés. Primero se instalaron en un piso de la plaza de Pontevedra y después se trasladaron a la parte de atrás de una casa noble, denominada Casa de los Tobías, construida en el siglo XVII. Era una casa de piedra de dos plantas con una espectacular galería hacia Puerta Real. Su demolición en 1969 fue una de las grandes pérdidas patrimoniales de la ciudad, sobre todo visto lo que se levantó después: el actual edificio de la congregación edificio se construyó una parte en 1971 (la mitad izquierda de la fachada, donde tienen el colegio López y Vicuña) y la otra, la de la residencia con capilla, en 1974.

Según el párroco de San Jorge, las Inmaculadas se trasladaron a la nueva construcción en 1971 (no precisa si en su día todo el inmueble era de ellas y no como ahora que solo es la mitad). Los Tobía eran una familia originaria de la Rioja (Francisco Tobía e Inés Alonso de Saavedra y Vilariño) que se asentó en A Coruña a finales de XVII convirtiéndose en una de las más pudientes. Los descendientes de los Tobía, de apellidos Torrado Ozores, vendieron la enorme vivienda a finales del siglo XIX a la madre de Victorina San José, primera esposa de Juan Fernández Latorre, según el investigador José M. Tarrío, de ahí que parte del inmueble fuese sede del periódico más antiguo de la ciudad durante muchos años.