El uso residencial, hotelero o para pisos turísticos no está permitido en el edificio de las religiosas de María Inmaculada en Puerta Real, según refleja el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería. Solo un cambio en este documento, que recoge la calificación urbanística del inmueble que ha vendido la congregación por 7,6 millones de euros a un fondo internacional, podría alterar su utilización, posibilidad que el actual Gobierno local descarta por completo.

La alcaldesa, Inés Rey, fue ayer tajante al asegurar que el Gobierno municipal no promoverá ninguna modificación en el plan de protección del casco histórico, de manera que el edificio de las Inmaculadas mantendrá su uso dotacional y asistencial. "Lo que no se va a hacer es un hotel. Eso de entrada. El Pepri no lo permite, y no se va a modificar para eso. Es suelo dotacional y al Concello le consta que hay una intención de rehabilitarlo y destinarlo a los usos para los que está previsto, que son dotacionales. En todo caso sería una residencia. Probablemente se reforme o rehabilite, desconozco las intenciones", comentó Rey en una emisora local de radio.

Cualquier reforma a la que se someta el edificio en el futuro impulsada por sus nuevos propietarios, el fondo internacional ASG Homes Propcorp, de capital inglés y alemán, no podrá orientarse a su transformación en un recinto hotelero ni de uso residencial, defiende por tanto el Concello. El Pepri califica el inmueble como dotacional de sistema local, privado y con doble uso, religioso y asistencial y de bienestar social, con un total de 884 metros cuadrados de superficie de ocupación en planta.

Según la normativa del planeamiento, el edificio de Puerta Real, que llegó a acoger desde su construcción en 1971 una residencia femenina y un colegio mayor, puede destinarse a usos asistenciales para la juventud, la infancia y los ancianos y las personas con movilidad reducida, marginados y de acogida temporal; unos usos dotacionales que el plan de protección del casco histórico considera prioritarios. El artículo 132 del Pepri precisa sobre la utilización dotacional que en las dotaciones privadas sociales, culturales, sanitarias o asistenciales es compatible el uso comercial, de oficina y hostelero (bares, cafeterías, restaurantes), pero no hotelero.

El artículo 131, sobre uso terciario, señala que el uso hotelero es compatible en todo el ámbito del plan de protección de Ciudad Vieja y Pescadería, pero se refiere a uso terciario, no al dotacional, que es la calificación urbanística que tiene el edificio vendido por las Inmaculadas.

A ello se acoge el Ayuntamiento para mantener intacto el planeamiento y acabar con las especulaciones surgidas en los últimos días, entre ellas la de la conversión del edificio en hotel. Esta posibilidad se apoyaba en el hecho de que ASG Homes es una gestora de fondos de inversión inmobiliaria cuya actividad se centra en conjuntos residenciales y hoteleros, y que también prevé diversificar e invertir en activos como residencias para mayores y apartamentos turísticos, según avanzaba Víctor Pérez, consejero delegado de la compañía, en una revista especializada del sector el año pasado.

Los vecinos de la Ciudad Vieja recelaban estos días sobre el efecto en el barrio de una posible conversión del edificio de las Inmaculadas en un hotel y vinculaban la dinamización de la zona a la rehabilitación integral en el ámbito de la vivienda y no a una transformación inmobiliaria concreta, según opina el presidente vecinal, Pedro Roque.

Legalización

Tras firmar la venta de su sede en la ciudad en 2018, la congregación de las Inmaculadas inició en mayo pasado la tramitación con el Ayuntamiento para legalizar los casi 6.000 metros cuadrados del edificio vendidos al fondo internacional. Para ello presentaron una comunicación previa para realizar obras de rehabilitación del conjunto de la residencia femenina y la iglesia que hay en el bajo que da a la calle de los Ángeles, según confirmaron fuentes municipales. Quedan algo más de 400 metros cuadrados en el inmueble que se consideran no legalizables.

Las religiosas continuaban ayer con los trabajos de mudanza en su inmueble y en un camión aparcado en Puerta Real introdujeron colchones, cabecera de camas y otros muebles. Desde hace semanas están vaciando el edificio, retirando esculturas sagradas y donando objetos.