La alcaldesa, Inés Rey, descartó esta mañana en su balance de los cien primeros días de su gobierno, realizar una bajada del precio del bus de forma "unilateral", sin acuerdo con la Compañía de Tranvías, que demandó al Concello por la rebaja ejecutada por Marea Atlántica y que entró en vigor en febrero. "Lo que no va a hacer este Gobierno es tomar decisiones unilaterales con fines... los que sean y que le puedan costar a las arcas municipales dinero", ha argumentado Rey.

Ese discurso, sin embargo, se contrapone con el punto número 9 del acuerdo firmado por PSOE y Marea Atlántica hace tan solo dos días en la comisión de seguimiento de los compromisos que acordaron para garantizar su investidura y su gobierno en minoría. En este punto, ambas formaciones hablan de que "en el mes de octubre y, de común acuerdo entre las partes, se constituirá un grupo de trabajo bilateral para la concreción de las bonificaciones en el billete del bus urbano para menores de 25 y mayores de 65, sin coste añadido para el Concello, y que estas bonificaciones entrarán en vigor en el primer semestre de 2020".

Rey aboga por "dialogar y consensuar" y no por "imponer" ni por "actuar unilateralmente" al considerarlo "más positivo". A la pregunta de si esperará a que haya una sentencia para decidir qué hace con el precio del bus, Rey constestó que "evidentemente", ese será el procedimiento.

Sobre cómo van a conjugar el compromiso con Marea Atlántica y su idea de no tomar la decisión de bajar el bus sin contar con el visto bueno de Tranvías, Rey explicó que lo harán "cumpliendo el contrato", aunque eso deja fuera el apéndice de que las bonificaciones no supongan un coste para las arcas municipales.

"Si yo tengo un contrato con una concesionaria por un precio determinado, lo tengo que cumplir, si considero que ese precio es excesivo y yo, como Administración Pública, quiero que los ciudadanos paguen menos, si no lo acuerdo con la concesionaria y lo decido unilateralmente, tendré que abonar yo la diferencia", dijo Rey. Preguntada de nuevo por este diario sobre cómo acompasará ese posicionamiento con los acuerdos firmados con Marea aclaró que "no se puede sorber y soplar al mismo tiempo" e hizo referencia a que "a lo mejor" se refieren a "negociaciones de cara a la redacción de un nuevo contrato". "No sé exactamente la redacción del punto, pero hay asuntos que están judicializados y hasta que no exista una resolución firme todo son cábalas", sentenció Rey, que asume los argumentos de la Compañía de Tranvías de que la bajada es "unilateral" del Concello y que "recupercute en la concesionaria".

Sobre si el deseo del Gobierno local es, cuando menos, congelar el precio actual del bus, Rey comunicó que "será el que tenga que ser cuando lo diga un juez". La alcaldesa prevé que la rebaja ejecutada por Marea "probablemente le cueste mucho dinero" al Concello. Sobre un eventual recurso si la sentencia es contraria a los intereses del Concello, aseguró que cumplirá el dictamen del juez, que no bordeará ni saltará el fallo.