La Policía Nacional realizó durante ayer y el jueves cuarenta registros en salas de juegos, casinos y locales de apuestas para comprobar si asistían menores a estos recintos, algo que tienen prohibido, o adultos que tuviera vetado el acceso a estos negocios. Forma parte de la operación Arcade, que se desarrolla en diversos países de Europa. En A Coruña, según fuentes policiales, los agentes no detectaron menores en estos locales ni la celebración de actividades prohibidas.

La Comisaría General de Policía Judicial planificó el operativo, en el que participaron las unidades regionales y locales de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana. En A Coruña, recorrieron los locales de apuestas de la ciudad, desde los de resultados deportivos hasta los que tienen como actividad principal los juegos de azar.

Las competencias de control del juego en Galicia están transferidas a la Xunta, de modo que la actividad policial se enfocó en la presencia de menores y en la de personas que tienen prohibido el acceso a las salas de juego y no tanto en el control del sistema de juegos de azar, ya que eso es competencia del Ejecutivo gallego.

Si los agentes hubiesen encontrado a algún menor apostando, tendrían que haber levantado acta contra el local. Dependiendo de la infracción, el negocio podría perder la licencia de actividad o someterse a sanciones económicas que en Galicia pueden llegar a los 100.000 euros, una cantidad que podrá elevarse hasta 600.000 euros en el caso de reincidencia o según las cuantías jugadas, los beneficios obtenidos o la incidencia social. Además de incoar el expediente de sanción al local, los policías tendrían que trasladar a comisaría a los menores que encontrasen y, una vez en dependencias policiales, alertar a sus padres o tutores legales para que pasasen a recogerlos.