El Gobierno municipal de 2009 estaba formado por socialistas y nacionalistas. Los primeros, herederos de Vázquez, defensor del topónimo en castellano. Los segundos, liderados por Henrique Tello, defensores del cumplimiento de la Ley de Normalización Lingüística. En septiembre de aquel año, el secretario general del PSdeG, Pachi Vázquez, abría por primera vez la puerta a reconocer el topónimo en castellano como oficial. Anunciaba que respaldaría una iniciativa en el Parlamento para hacer valer las dos denominaciones aunque pedía consenso en la Corporación coruñesa para hacerlo. También el presidente Alberto Nuñez Feijóo, en sus primeros meses al frente de la Xunta, ofrecía atender la demanda si el Concello lo pedía. Tello recordaba que el pacto para gobernar María Pita solo admitía el nombre en gallego.