Los Orzamentos Participativos de A Coruña han entrado en su fase final. Los vecinos tienen una semana, hasta el 9 de octubre, para votar las propuestas de ciudad y por barrio que consideren necesarias. Las que más apoyos reciban entrarán en el próximo presupuesto municipal. De nuevo, el Concello ha reducido el plazo de votación, ya que el año pasado los usuarios tuvieron 17 días. A través de esta iniciativa, los vecinos deciden a qué destinar dos millones del presupuesto. Uno para proyectos de ciudad y los otros dos para los distintos distritos, que cada uno de ellos podrá recibir hasta 200.000 euros.

Para toda la ciudad. Los proyectos más grandes y costosos forman parte del apartado general. Se presentan tres propuestas que cuentan con un presupuesto de un millón de euros y que combinan la mejora de la accesibilidad y la protección del medio ambiente. La creación de un gran bosque en el entorno del castro de Elviña, el desarrollo de un jardín botánico y la conversión a peatonal del centro de la ciudad son las ideas más ambiciosas de este nuevo proceso de los Orzamentos Participativos. Con un coste entre los 870-000 y los 980.000 euros, destacan las propuestas para mejorar el servicio de BiciCoruña, con cubiertas para sus estaciones, bicicletas eléctricas y bases junto a los centros de salud.

Pescadería y Monte Alto. Aunque el paseo marítimo ya cuenta con un carril bici, este no está completo, por ello varios usuarios propone finalizar la conexión entre la fuente de los Surfistas y la Casa del Hombre y mejorar en enlace hasta el Aquarium. Ambos trabajos cuestan 200.000 euros, el total para uno de los diez distritos. Además, hay una iniciativa para la renovación del mobiliario urbano en el Parque Marte y la mejora de la iluminación. Un proyecto que también alcanza los 100.000 euros.

Eirís y O Castrillón. Los problemas de accesibilidad se reflejan en las propuestas del distrito 6. La reordenación del tráfico en las calle Bergondo y avenida Casanova de Eirís es la que copa un mayor presupuesto, con un coste de 95.000 euros. El resto „entre 21.000 y 60.000 euros„ se centran en el asfaltado del parque de Eirís y la elevación del paso de peatones del centro de salud de O Castrillón.

Matogrande y Elviña. De nuevo, la necesidad de moverse en bicicleta. Con un coste de 200.000 euros, se presenta la obra de unión de los carriles bici de Elviña y Pablo Picasso. Mismo presupuesto que los técnicos municipales dan a la humanización de Matogrande para dotarlo de arbolado. Profesorado y familias de alumnos de la escuela Arela piden la reparación de filtraciones de agua.

Ensanche y Cuatro Caminos. De las cinco propuestas finalistas, tres alcanzan el presupuesto total por barrio, de 200.000 euros. Estos trabajos son la humanización de la plaza de Lugo, la plantación de árboles en la avenida de Arteixo y la creación de un carril bici en la ronda de Outeiro.

Os Rosales y Ventorrillo. El carril bici sigue siendo una demanda vecinal, que ha aparecido en todos los Orzamentos Participativos desde su creación en 2016. En este caso son los vecinos de Os Rosales los que quieren circular en bicicleta por el barrio de forma segura. Una propuesta que cuesta 200.000 euros. La creación de un huerto urbano en el parque Adolfo Suárez alcanza los 50.000 euros, misma cifra que supone el asfaltado de la calle Ventorrillo hasta Penamoa.

Agra do Orzán y Riazor. La accesibilidad también es clave en el distrito 9. Los vecinos piden la reurbanización de la calle Agra do Orzán, de 200.000 euros, y la humanización de la zona de las Casas de Franco, que también alcanza el presupuesto total. Con 130.000 euros se propone la reforma del rocódromo de Riazor.

Bens y Nostián. El distrito 1 tiene tres obras finalistas con un presupuesto, cada una de ellas, que oscilan entre los 4.800 y los 15.000 euros. Cualquiera puede hacerse realidad, pues cada barrio recibe hasta 200.000 euros. Los vecinos solicitan el equipamiento del local vecinal de Nostián, mientras que los que viven en Bens quieren una acera para hacer más seguros sus desplazamientos hasta el punto en el que se reúnen. La ONG Ecos do Sur impulsa la instalación de una máquina trituradora para la gestión de restos de podas.

A Silva. Los usuarios de A Porta Aberta que viven en A Silva y Cances quieren mejorar la accesibilidad de los barrios, de ahí que dos de las propuestas más potentes sean la creación de aceras y el asfaltado de la zona. Ambos proyectos llegan a los 200.000 euros. Las bicicletas también son protagonistas en el distrito 3, en el que los vecinos quieren reforzar el carril ciclable en Elviña (130.680 euros).

Mesoiro y Feáns. La vida en la calle es fundamental en todos los barrios. Novo Mesoiro lo demuestra en este proceso participativo, en el que pide reformar el parque (175.000 euros) y crear un espacio infantil (125.000 euros). Con un coste de 40.000 euros, un usuario propone la instalación de máquinas biosaludables y bancos en esta misma zona.

A Zapateira. Los vecinos de las urbanizaciones de A Zapateira coinciden en que se necesita una humanización del barrio. La creación de zonas verdes entre las calles Oslo y Oporto es la más costosa y la plantación de árboles en Valaire suman, conjuntamente, 400.00 euros. Además, la contaminación lumínica es un problema presente en la zona, de ahí que una idea sea sustituir las farolas (140.000 euros).