Álvaro de Marichalar, navegante y activista desde hace más de cuarenta años, atracó ayer en el puerto de A Coruña al finalizar la undécima etapa de uno de los desafíos más importantes de su trayectoria deportiva: la circunnavegación al mundo en honor al quinto centenario de la expedición de Magallanes-Elcano en 1519.

Lo hace a lomos de Numancia, su moto acuática, y según el navegante se trata de "una iniciativa muy complicada pero muy importante para la historia de España".

Emprendió su travesía desde Sevilla el pasado 10 de agosto, pero todavía le queda por delante un duro año en el mar pasando por lugares como Alaska, Brasil o Rusia. Lo hará en solitario, excepto en las etapas trasatlánticas, en las que contará con un barco de apoyo. Sus próximos destinos serán Asturias y Cantabria.