La participación de Sergio Peñamaría de Llano, alcalde de A Coruña entre 1959 y 1963, en la represión contra los republicanos en la comarca de Valdeorras recién terminada la Guerra Civil ha sido documentada por investigadores como Aurora Marco, José Antonio Gurriarán, Luis Lamela y Félix García Yáñez. Según estos autores, Peñamaría, entonces teniente de la Legión, dirigió la ejecución de dos vecinos de Soulecín el 18 de octubre de 1939 delante del resto de habitantes e incluso dio el tiro de gracia a las víctimas. Al día siguiente, en O Val, en Rubiá, ordenó colgar a una mujer y su hija, tras lo que se quemó su casa.

Veinte años después, Peñamaría fue nombrado alcalde de A Coruña, donde popularizó el eslogan turístico Ciudad en la que nadie es forastero y su labor en el Concello fue recompensada con la denominación de una calle de O Ventorrillo con su nombre. Pero una moción aprobada el jueves por unanimidad por el pleno del Concello de O Barco de Valdeorras informa ahora al de A Coruña para que los hechos ocurridos tras la Guerra Civil "sean tenidos en cuenta" si se abre un procedimiento sobre Peñamaría, fallecido en 2004, en relación con la Ley de Memoria Histórica.

El Gobierno local de A Coruña informó ayer de que someterá esta información al comité municipal de expertos en memoria histórica y a la comisión de honores y distinciones para que decidan sobre ella.

La moción inicial de O Barco, planteada por BNG y Riada Cidadá, solicitaba al Concello coruñés que retirase el nombre de la calle y el cuadro de Peñamaría de la galería de alcaldes. El PSOE propuso una enmienda al estimar que debía ser el propio Ayuntamiento coruñés el que decidiese qué medidas tomar, lo que recibió el apoyo de todos los grupos, incluido el PP.