El curso escolar comienza con vacíos en los centros de Educación Infantil y Primaria de la ciudad. La falta de personal dedicado a atención a la diversidad es una de las principales preocupaciones para las familias de muchos de los colegios, lo que ha llevado a que algunos de ellos hayan decidido convocar una serie de manifestaciones pacíficas para reclamar que se cubran las plazas de profesorado especialista. Los padres y madres del colegio Labaca han sido una de las caras visibles de las protestas, al haberles sido retirado este curso el profesional especializado en Audición y Lenguaje con el que contaban hasta el año pasado.

Labaca. Tras las protestas de las familias, la Consellería de Educación ha confirmado que este centro en concreto recibirá media plaza de Audición y Lenguaje los próximos días. Una dilación que desde la propia Consellería achacan, en este y otros casos, a las incorporaciones del alumnado fuera de plazo de matrícula, por lo que la Xefatura Territorial estaría cubriendo las necesidades del personal progresivamente. Las familias, por su parte, consideran esta medida escasa, ya que estiman que la media plaza que se les promete no es suficiente para llevar a cabo la labor que realizaba un profesional a jornada completa en años anteriores.

Rosalía de Castro. Fue otro de los centros que se sumaron en un primer momento a las reivindicaciones. Empezaron el curso sin personal de Audición y Lenguaje, una plaza cuya estabilidad brilló por su ausencia en años anteriores. El centro contó, hasta este año, con profesionales especialistas compartidos con otras escuelas, que además variaban cada año, por lo que el nuevo profesional se veía obligado a ponerse al día con los datos del alumnado, lo que imposibilitaba un seguimiento. Pese a que hace unos días, la Consellería les aseguró que la plaza se cubriría de inmediato, no han tenido noticias de cuándo ingresará dicho personal. Tampoco cuentan con aire acondicionado en el gimnasio, lo que urge dado el calor que se concentra en la estancia.

Ramón de la Sagra. En su caso, las carencias vienen dadas por la falta de personal de apoyo para niños con necesidades especiales, los comúnmente denominados cuidadores. Una situación con la que desde el AMPA del centro afirman encontrarse a cada inicio de curso, pero "que este año está siendo especialmente caótico". La Consellería de Educación, por su parte, apunta a que el problema en este caso fue que el centro no solicitó la presencia de cuidador en el comedor, y, tras haberse producido el requerimiento, el servicio será cubierto. Las familias sostienen que "reciben respuestas contradictorias que no aportan soluciones".

Emilia Pardo Bazán. Es uno de los centros coruñeses con mayor índice de niños y niñas con necesidades específicas. Un total de 30 alumnos requieren atención educativa especial e individualizada por diversos diagnósticos. Sin embargo, y según declara el AMPA, el centro no dispone de todos los profesionales en Pedagogía Terapéutica y en Audición y Lenguaje necesarios, y este año la Xunta ha recortado un profesional de Pedagogía Terapéutica más. Esta medida supone que un tercio de esos niños no podrá disponer de la atención especial, y que los dos tercios restantes verán reducidas sus sesiones semanales a la mitad. Además, la Xunta indica al centro que en estos casos hay que reunir a varios niños con necesidades especiales en el misma aula, pero según los padres del AMPA, esto impide que la atención sea individualizada.

Alborada. El principal problema del centro de Elviña replicaba el del Ramón de la Sagra. Alborada iniciaba el curso escolar con un déficit de personal de apoyo, con solo una cuidadora cubriendo 37 horas. Las familias denunciaban que profesorado generalista y de Audición y Lenguaje se veían obligados a desatender sus funciones principales para ayudar a suplir esta carencia. Finalmente, la Consellería confirmó que el centro pasará a disponer de una persona más a partir de mañana.

Salgado Torres. A la escuela, antiguamente un referente de centro específico de educación especial, le corresponden por catálogo dos profesores de apoyo. Pese a tener el personal de Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica que les corresponde cubierto, se queda cojo en personal de apoyo, ya que solo dispone de uno completo y otro compartido con otro centro. Otra de las demandas es la urgencia de una pista cubierta, ya que la única que cumple esta condición mide un total de 500 metros y no llega para albergar al alumnado cuando llueve, ya que las otras dos canchas están al aire libre. Una de las soluciones aportadas por los padres es la construcción de un polideportivo de uso compartido.

Curros Enríquez. El centro ha empezado el curso con dos problemas que arrastra desde hace un tiempo. Según responsables del AMPA, la orientadora se encuentra de baja y desde la Xunta no les han enviado ningún sustituto. El inicio de curso es fundamental para los alumnos, y es indispensable la presencia de un orientador que detecte posibles problemas entre los estudiantes. Además, el comedor del centro no cubre las condiciones mínimas para albergar a toda la gente que está haciendo uso del servicio. La Escuela de Música ocupa varias aulas en el colegio desde hace años, pero ahora los padres y madres reclaman que dos de ellas sean devueltas al centro para poder ampliar el comedor.

Zalaeta. El problema del centro anterior se replica en este al ser común a ambos la orientadora. El AMPA del Zalaeta apunta a un problema mayor, ya que el departamento de Orientación debía realizar una serie de trámites durante el mes de septiembre, entre las que se cuenta la gestión de las becas para alumnado con necesidades especiales y cuyo plazo ya ha vencido. Otro de los problemas es la parálisis del proceso de valoración de alumnos con altas capacidades, los cuales, tras un largo proceso, precisan que los equipos de la Xunta realicen las últimas pruebas. Dichos equipos se encuentran "desbordados", según las familias, por lo que la situación de los alumnos es, a día de hoy, incierta.

Anxo da Garda. El AMPA se declara muy descontento con cómo se han llevado a cabo las obras en el centro. Una empresa trabaja para eliminar las barreras arquitectónicas e instalar un ascensor en el colegio, pero no han conseguido terminar a tiempo y la reconstrucción se ha solapado con la incorporación de los niños en septiembre. Las obras estarán paralizadas hasta Navidad, de forma que los niños y familias, que ya no han podido disfrutar de las actividades extraescolares de verano y septiembre, tampoco podrán hacerlo en el período navideño. Para las familias, esto supone un problema para la conciliación laboral. Además, el colegio está completamente levantado: las rampas están sin cimentar, la sala del conserje es tan solo una estructura de ladrillos y parte del patio está ocupada por el material de obra vallado.

Sanjurjo de Carricarte. Aunque las familias no manifiestan problemas con respecto a las plazas de Audición y Lenguaje y Pedagogía Terapéutica, que están cubiertas al nivel del curso pasado, en el centro notan un déficit en los cuidadores, ya que, a pesar del aumento de escolares con necesidades especiales, solo disponen de una plaza de personal de apoyo cubierta. Anteriormente, el colegio era un centro preferente para niños con Trastorno de Espectro Autista, pero ya hace dos cursos que carece de esta denominación. En cuanto a las instalaciones, presentan demandas como la falta de canastas en el patio o las tomas de agua insuficientes para abastecer el proyecto de huerto que se desarrolla a día de hoy en el centro.

Fernández Latorre. Como en otros casos, la carencia se centra en el personal de apoyo pese a tener cubiertas las plazas de profesorado especialista. La falta de cuidadores se hace notar en el Fernández Latorre, un centro adaptado para recibir alumnado con discapacidad motora y de otra naturaleza. Cuentan, a día de hoy, con dos cuidadoras, lo cual afecta a las salidas ya que hay que adaptar el horario de las mismas al del propio personal de apoyo, que se ve obligado a prolongar su horario y cubrir también los turnos de comedor. El espacio destinado al comedor se queda pequeño, ya que a día de hoy alberga un total de 220 niños, el límite de su aforo, y que desde el AMPA temen que siga subiendo debido a que la tendencia es que cada vez más familias opten por esta solución.

Wenceslao Fernández Flórez. Aunque todavía faltan por incorporarse los profesores de apoyo, las familias del centro admiten que es algo que suele pasar al inicio de cada curso, por lo que se prevé que la situación se solucione. El que esgrimen como su mayor problema a día de hoy son las instalaciones. Al ser el patio infantil de hierba natural, los escolares llegan, los días de lluvia, mojados y sucios a clase, por lo que las familias consideran prioritario que se cambie por otro material como goma o caucho. La cubierta de otro de los edificios, que presenta amianto, es otro de los problemas que plantea un "conflicto de competencias, en el que Xunta y Concello se pasan la pelota", en opinión de los padres y madres. Mientras que Educación propone tirar el edificio, el Concello opta por la solución de costruir una estructura prefabricada bajo la cubierta. Las familias esperan soluciones desde mayo.

San Pedro de Visma. Las necesidades de este centro son algo diferentes a las del resto, ya que recibe alumnado progresivamente a lo largo del curso. Su principal necesidad a cubrir es la plaza de Audición y Lenguaje ante el incremento de los escolares con necesidades, que ya han solicitado a Educación y a lo que han obtenido una respuesta favorable. El centro tiene pendiente el cierre del pabellón, obra de la que ya se ha completado una fase, así como la sustitución del alumbrado.

San Francisco Javier. El centro iniciará, por décimo año consecutivo, el curso escolar sin contar con la pista cubierta que llevan años reclamando tanto la dirección como la asociación de padres y madres. La pista figuraba en un convenio suscrito por la Xunta y el Concello en el año 2006, con vistas de tener listo el patio tres años después, una pretensión que a día de hoy todavía no se ha realizado debido a la dilación, primero, de los trámites previos, y después, de aquellos necesarios para contratar la obra.

Víctor López Seoane. Pese a que no registra grandes problemas en sus instalaciones, las familias del Víctor López Seoane se suman a las quejas generalizadas en la mayoría de los centros, como pueden ser la ausencia de patio cubierto, lo que dificulta el desarrollo de las actividades extraescolares cuando el tiempo no acompaña, y el tamaño reducido del comedor. A nivel de personal, el aumento de los niños por aula hace necesario, en opinión de las familias, un incremento en el personal de apoyo.

Aneja de Prácticas. La escuela inició el curso sin grandes problemas teniendo en cuenta los percances del año anterior, cuando, debido a causas de diferente naturaleza, tuvo que ser renovada la mayor parte del profesorado. El curso pasado dio comienzo en el centro con un profesor de Audición y Lenguaje a media jornada y compartido con otra escuela, lo que a juicio de las familias se hacía insuficiente. Pese a haber iniciado el presente curso sin este tipo de personal, la deficiencia ha sido ya solucionada, ya que a día de hoy disponen de un profesor a media jornada, lo que mejora la situación con respecto a años anteriores.