Los Museos Científicos Coruñeses y el Concello han distinguido al renombrado astrónomo Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional, con el premio Prisma Especial del Jurado por su impecable labor como divulgador científico. El investigador, que el pasado 2 de octubre publicó su último libro, El Universo Improbable, recogerá el premio honorífico el próximo 16 de noviembre en el Ayuntamiento.

¿Qué supone para usted esta distinción?

Es un reconocimiento que recibo con mucha alegría y con mucho respeto. El prestigio del premio viene avalado por unas instituciones científicas ejemplares, y por los grandes nombres que lo recibieron antes, como el de mi admirada Margarita Salas. Es un estímulo para continuar con mi labor con energía e ilusión.

¿Qué es lo más satisfactorio de compartir descubrimientos científicos con el mundo?

Cuando uno ve algo extraordinario suele sentir un deseo irrefrenable por contarlo, por comentarlo con todo el mundo. Siguiendo la actualidad científica, yo tengo la impresión de vivir en este estado de euforia permanente. ¿Cómo podría callarme para mí solo todo lo que veo en ciencia cada día? Más que una fuente de satisfacción, la divulgación científica es para mí una manera de vivir y comunicarme.

Recientemente se publicó su obra, El universo improbable

Nos enfrentamos a retos planetarios de un calibre descomunal. Somos conscientes de la urgencia con la que debemos frenar la degradación medioambiental, mientras aseguramos agua, alimentos, energía y acceso a la salud para toda la población mundial. Contamos con potentes herramientas tecnológicas y científicas para afrontar estos desafíos, pero también necesitamos la voluntad seria de nuestros líderes políticos y el compromiso a nivel individual de cada uno de nosotros. No podemos perder más tiempo. Mi libro también trata de comunicar mi fascinación por la naturaleza física, las maravillas del cosmos, el sentido de las matemáticas y del infinito. Sobre todo, habla de muchísimas aparentes coincidencias, de toda esa improbabilidad que parece conducir de manera ineludible a un big bang, a la evolución del universo, a la sorprendente aparición de la vida y, lo que es aún más extraordinario, del ser humano.

¿Cuál es su mayor ambición en el estudio de esta ciencia?

La astronomía nos permite ser conscientes del maravilloso universo del que formamos parte, tomar distancia y perspectiva sobre nuestros problemas y nuestra verdadera dimensión. Nos permite elevarnos sobre lo cotidiano para filosofar y soñar.

Para usted, ¿cuál ha sido el hallazgo astronómico más importante de los últimos años?

Cada día se producen descubrimientos apasionantes en astrofísica. Entre los recientes, quizás los más deslumbrantes hayan sido la detección de ondas gravitaciones en 2016 y la primera fotografía de la sombra de un agujero negro que se ha logrado en abril de este mismo año 2019.

¿Y su descubrimiento más apasionante?

Me resultó muy emocionante el descubrir algunas protoestrellas, los objetos precursores de las estrellas como nuestro Sol, que se encuentran entre las más jóvenes que se conocen. Tienen propiedades extraordinarias: eyectan unos potentes chorros de materia que se propagan a velocidades supersónicas por el medio interestelar.

¿Cree usted que hay vida en otros planetas?

Vivimos en un universo con numerosos planetas, en los que las leyes de la química, la física y la biología se comportan de la misma manera que en nuestro planeta azul, y en los que la vida puede prosperar. Yo estoy convencido de que la vida debe de abundar en muchos rincones de nuestro universo.

¿Cree que una mayor cultura científica ayudaría a resolver ciertos debates sociales?

Sí. Solo pueden participar en estos debates, que son los grandes de nuestro tiempo, aquellas personas que tienen una mínima cultura científica. Para vivir plenamente el mundo contemporáneo tenemos que saber de ciencia.