El Gobierno local justifica que las obras de La Solana, según explican fuentes municipales, se ajustan al planeamiento vigente y no han tenido reparos de la Dirección Xeral de Patrimonio, que ha informado "siempre a favor" de la reforma, salvo por temas "cromáticos y de jardinería". Defensa do Común pidió a la alcaldesa, Inés Rey, que impidiese la futura actividad en la ampliación del complejo que, censuran, tapó las vistas al mar desde O Parrote.

Fuentes del Ejecutivo municipal indican que, tras solicitar un informe a los técnicos, han concluido que no puede hacer nada porque las licencias otorgadas por gobiernos anteriores están dentro de la ordenación urbanística en vigor y sería "prevaricar". Defensa do Común había denunciado que el edificio medía un metro más que el inmueble original y eso provocaba que no se pudiese observar el mar desde varios puntos del paseo. Tras una reunión del concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, con la Comisión en Defensa do Común, según explican fuentes municipales, solicitó a los técnicos que realizasen un informe sobre esta reforma y que este expediente concluye que no hay justificación legal alguna que ampare la revisión de los trabajos.

El BNG solicita, sin embargo, que se revise el proyecto para poder proteger el patrimonio y el paisaje. La concejal nacionalista Avia Veira ha presentado una pregunta por escrito para saber si concederá licencia de apertura de las obras que se están realizando en las instalaciones deportivas, ya que, según denuncia, "impide la visibilidad del mar desde varios puntos de O Parrote". El BNG considera que "el Gobierno municipal [entonces con el PP en la Alcaldía] no debería haber concedido la licencia de las obras en 2013", ya que carecían, según recuerda Veira, de la autorización de la Xunta.

Tanto el BNG como la Comisión Aberta en Defensa do Común denunciaron que la concesión de la licencia para la continuidad de las obras, en mayo de 2018, durante la Alcaldía de Marea, se produjo "a pesar de que la promotora presentó unas imágenes manipuladas del resultado de las obras sobre la lámina de agua", según recuerda Veira. Para entonces, el recinto deportivo pretendía demostrar que la reforma del complejo no alteraba la visibilidad del mar.