La estación de autobuses de A Coruña no tiene cafetería pero sí casa de apuestas, que sobrevive entre la sensación de abandono por los locales que hay cerrados. El local de juegos comparte terminal con dependencias municipales de Rehabilitación y de Movilidad. La Corporación aprobó la pasada semana por unanimidad una moción del BNG para luchar contra la ludopatía y prohibir la publicidad de juegos de azar en instalaciones municipales y demás soportes dependientes del Concello, como es la estación de autobuses.

El Gobierno local confirmó ayer que va a revisar todas las licencias de salones de juegos y recreativos, bingos y casinos de la ciudad para comprobar en qué estado están sus licencias. Y habrá que actuar con coherencia con el acuerdo plenario, en el que el Concello se obligó a sí mismo a actuar para poner coto a esta plaga que ya hace unos días movilizó a miles de personas en toda España (también en A Coruña) para denunciar el boom de este tipo de locales y reclamar otro tipo de ocio. No obstante, estos negocios normalmente se instalan con todos los permisos y autorizaciones por lo que es difícil ponerles coto. La Xunta a principios de este año dejó de dar autorizaciones (también es necesario el permiso autonómico).

En A Coruña existen 29 locales de juego, sobre todo salones recreativos y casas de apuestas. Bingos, son tres: Rubine, Royal y Ronda. Casino, el del Atlántico. Salones de juegos y tiendas de apuestas, unas 25 repartidas casi por todos los barrios (calle Barcelona, Luisa Durán Marquina, Avenida de Oza, Ronda de Outeiro, San Nicolás, Villa de Negreira, Marqués de Figueroa, Linares Rivas, Hércules...). Se reparten el mercado dos grandes grupos: Luckia, del Grupo Egasa de José González; y Codere, del Grupo Comar de José Collazo.

Si en la estación de autobuses, en terrenos de la Administración local, hay casa de apuestas deportivas, tampoco se libra la estación de tren, de la Administración estatal (Adif). Allí abrió un kiosco de Loterías y Apuestas del Estado pero además en el pasillo de la cafetería, al lado de la máquina de tabaco, se ubica una tragaperras, con dispensador de cambio de moneda incluido. Fuera del edificio, enfrente, está un quiosco de la Once y en la acera de enfrente, un establecimiento de apuestas de Luckia.

La Xunta ya presentó un borrador de la nueva normativa del sector del juego en Galicia, cuya regulación actual es de 1985. El objetivo, según destacó el director general de Emergencias Santiago Villanueva, es adaptarse a esta nueva realidad y regular el "juego responsable", además de incluir refuerzos en los controles y limitaciones en el número de establecimientos. El nuevo texto legal también prevé una mayor protección de los menores (también en los salones de juegos habrá que tener control de acceso). También se pretende realizar una regulación de la publicidad, dentro de las competencias autonómicas.

En Galicia 1.596 personas, hasta junio, se habían registrado para ser vetadas en los casinos, bingos y salones, al tener una adicción. Es una medida de autoprotección ante un problema que va en aumento y un negocio que recurre a famosos y deportistas millonarios para realizar de estos juegos. Aunque se limiten las casas de apuestas y establecimientos similares, el problema se mantendrá porque hay multitud de empresas que ofrecen los mismos juegos on line, también directamente desde el móvil.