Con el lema Queremos dereitos, non parches por bandera, una agrupación de familias coruñesas se reunió ayer por la mañana frente al edificio administrativo de Monelos. Los manifestantes „más de un centenar„ se concentraron en señal de protesta ante la carencia de personal de atención a la diversidad en los colegios de la ciudad y las soluciones propuestas por la Xunta hasta el momento.

Gema Pérez, miembro del Anpa del centro Ramón de la Sagra y madre de un estudiante, afirmó que las familias reivindican "el cumplimiento de los derechos de todos los niños" y "el bien de la comunidad educativa". "Queremos que los niños y niñas con diversidad tengan la atención que necesitan, tanto de maestros en Pedagogía Terapéutica como de maestros de Audición y Lenguaje y Auxiliares Técnicos Educativos. Los niños con necesidades especiales tienen derecho a una integración total, y los demás pueden aprender muchísimo de ellos", explicó.

Entre la multitud, ataviada con trozos de esparadrapo y con pancartas alzadas, se encontraban varios miembros de asociaciones relacionadas con trastornos que afectan al aprendizaje, además de padres y madres de casi una quincena de Anpas de colegios coruñeses. Entre ellos, los centros de infantil y primaria Ramón de la Sagra, Rosalía de Castro, José Cornide, San Pedro de Visma, Prácticas, Alborada, y Valle Inclán. Tras pronunciar consignas en contra de los recortes en el ámbito educativo y a favor de la integración total de los niños y niñas con diversidad funcional en los colegios, algunas madres leyeron un manifiesto en el que resumían la causa de su lucha y en el que se hacía referencia a que la administración debería "proteger a las personas en riesgo de exclusión, y no ser considerada una enemiga".

Entre vítores, las portavoces declararon: "Estamos cansadas, enfadadas y hartas de que nuestros hijos e hijas sean siempre las primeras víctimas del ahorro de recursos. Como si no tuviésemos los mismos derechos, como si no mereciésemos esos recursos desde el principio. Porque no puede haber educación de calidad para nadie en un sistema que ignora sistemáticamente, que invisibiliza y niega la diversidad. Un sistema que solo puede enseñar un mundo pequeño e injusto. Por todo eso, queremos derechos, no queremos parches".

Una de ellas era Gaud Fleury, miembro del Anpa del colegio oleirense Valle Inclán y madre de un niño de diez años con diversidad. "Protestamos por los recortes, porque nos quedan 25 horas de atención especial por cubrir. Hay niños que solo tienen una hora de atención a la semana, otros que las han visto reducidas a la mitad y otros todavía sin evaluar que directamente no tendrán. Mi reivindicación no es solo por mi hijo, sino por todos esos niños que no pueden recibir el apoyo especial que necesitan", comentó Fleury.

El delegado territorial de la Xunta en A Coruña, Ovidio Rodeiro, declaró este martes que "respeta todo tipo de reivindicaciones", pero que "con el personal establecido están cubiertas las necesidades".