El 1de abril de este año, se interpretó este mismo concierto en Santiago para presentar el violín alemán de Gaos que se estima perteneciente a una escuela alemana de finales del siglo XVIII (tal vez, del entorno de la conocida familia de lutieres, Klotz). A lo largo de su vida, Gaos utilizó cinco instrumentos: un Amati (que, tras la separación matrimonial, tuvo que devolver a su exesposa, América Montenegro, su verdadera propietaria), un Gavatelli (lutier argentino), un Moor (singular instrumento, de extraño aspecto, especie de experimento de su creador, el lutier húngaro, Emmanuel Moor), un Lechner (también de un lutier argentino) y el que pudimos escuchar el martes en Afundación. Los Gavatelli y Moor se hallan expuestos en la sala noble del Ayuntamiento de A Coruña; y el Lechner y el de la escuela alemana fueron donados por el hijo del compositor coruñés a la Universidad de Santiago. En todo caso, los cuatro podrán contemplarse en la exposición que ya se realizó en Compostela y que el día 10 podrá verse, junto con otros muy diversos materiales, en la sede coruñesa de Afundación. Vlashi y Mourenza realizaron un precioso concierto. Resolvieron con enorme acierto las dificultades de tres obras que se cuentan entre las más bellas, pero también entre las más difíciles de nuestro compositor: la bellísima Romanza, la soberbia Sonata (verdadera obra maestra), y Habanera, pieza encantadora que por su alta calidad fue editada en Alemania. El numeroso público aplaudió con entusiasmo, conquistado tanto por la calidad de las obras como por la soberbia interpretación de Vlashi y Mourenza.