La calidad y comodidad de un barrio son requisitos clave que cualquier vecino tiene en cuenta en su día a día. A Coruña ha crecido tanto en vertical como en horizontal, pero todavía hay pequeños espacios que se han quedado a medias, convirtiéndose en estorbos en vez de lugares de recreo. Para dar salida a estos puntos residuales, el Concello se ha unido con el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) a través de un convenio con el que convocarán un concurso a partir de 2020. El objetivo es recuperar y humanizar esas zonas abandonadas que pueden pasar a ser parques, aparcamientos o simples lugares de reunión.

En cualquier barrio de la ciudad se pueden encontrar zonas con estas características. Al presidente de la asociación vecinal de Os Castros, Paulo Sexto, se le viene a la mente un pequeño solar que hay en la calle San Diego, a la altura del número 14. "Hemos insistido en la recuperación de este pequeño espacio urbano para uso ciudadano. No queremos que sea un nido de escombros, lleno de maleza", comenta, a la vez que revela que "ya se había hablado con el Gobierno anterior „el de Marea„ de hacer un parque para los vecinos".

Paulo Sexto señala también "un solar en la calle Pose, que podría ser un aparcamiento" y otro "en la calle José María Hernansáez, frente al centro de salud, para hacer un parque". El vecino de Os Castros defiende, además, la necesidad de "mejorar los parques de Oza, Europa y San Diego, e incluso colocar pérgolas para el mal tiempo".

En O Birloque también hay terrenos abandonados. El representante vecinal, Ramón Mañana, detalla que "hay una finca llena de maleza y de ratas junto al templo parroquial". "Existe peligro de incendio y, además, los bichos entran en las casas", añade. Mañana asegura que "el barrio necesita de todo, desde un parque para niños y mayores, hasta un aparcamiento e incluso otros servicios, como supermercados". Lamenta, además, que "las vallas del solar comen todas las aceras". "No puede ser que un 20% del barrio esté abandonado", critica.

A Ana Rodríguez, de Peruleiro, también le preocupan "las zonas abandonadas". "Hay un terreno al final de la calle Almirante Mourelle, que ya viene del Agra del Orzán, en el que solo hay maleza. Podría ser un aparcamiento o zona verde", propone. Rodríguez reconoce que "la calle del Pinar está fatal". Una zona de casas pequeñas que, apunta, "la mayoría está sin habitar". "Arreglaron la parte de arriba, pero la de abajo no porque es privado. Es una vergüenza cómo está eso", apunta.

Pedro Roque, presidente de la asociación de vecinos de la Ciudad Vieja, va más allá de parques y plazas sin uso. Se fija en la movilidad de la zona y, en particular, en la rotonda de Metrosidero, la que confluye con la Hípica en la subida al Rectorado, porque, según indica, "está mal puesta y tiene una inclinación extraña". "Es un espacio desaprovechado y hay que dar mucha vuelta, si vienes de las Atochas no puedes ir a la Hípica. Te obliga a dar toda la vuelta por el castillo de san Antón", comenta.

Paseando por el parque Adolfo Suárez, justo frente a la iglesia, José Ramón Calvete, miembro de la entidad vecinal de San Pedro de Visma, observa un espacio que podría servir como "área recreativa para los vecinos". "Ya lo hablamos con otros Gobiernos locales. Se podrían hacer canchas de baloncesto y juegos infantiles, e incluso que sirviese para hacer las fiestas del barrio, que fuese nuestro núcleo central", analiza entusiasmado.

Encima de la tercera ronda tiene, Calvete tiene localizado "un jardín que está en cuesta y no se utiliza para nada". "Se quiso hacer un parque pero no es operativo. Hay que volver a pensar de nuevo. Se podía hacer un aparcamiento", propone. Calvete es de los que piensa que "para el día a día, no hacen falta grandes inversiones sino cosas básicas para los vecinos".

En Matogrande, cuenta el presidente de la asociación vecinal que comparte con el ofimático, Esteban Velasco, hay un caso particular que llama la atención de los vecinos del barrio. La parcela, frente a la calle Carlos Martínez Barbeito Moras, fue cedida por el Concello a Naturgy. "Hace ya 25 años de eso", señala. El problema es que, a día de hoy, el terreno está en desuso, pero vallado, por lo que es totalmente inaccesible. "En diciembre de 2018 iniciamos las conversaciones con Naturgy para que se pudiera dejar libre ese espacio de jardines y árboles", cuenta. Los depósitos de propano están vacíos, pero allí continúan ocupando espacio, igual que las tuberías y una pequeña caseta que, propone Velasco, "podría servir para la asociación como local y un sitio donde tener un buzón". "Todo está parado. Nos gustaría que este lugar fuese una nueva con parque biosaludable, club de petanca, merendero, zona de bancos y también para niños", enumera.

Esteban Velasco recuerda también que, hace tiempo, "prometieron hacer algo en la rotonda central de Juan Díaz Porlier, de donde se llevaron la única farola que había con el cambio a los leds y nunca más se supo nada de la misma ni del arreglo de la rotonda".

Los vecinos de Feáns, expone su portavoz, José Ramón Cernadas, insisten en la mejora del campo de la fiesta. "Ahí no había nada, una explanada con unas bicicletas para mayores y dos juegos para niños", recuerda. Un espacio que se quedó en el limbo, pero que ya empieza a vislumbrar su recuperación. "Han puesto columpios y una casita pequeña. La intención es seguir ampliándolo", cuenta, a la vez que critica que en el barrio "hay muchas carencias".

En la calle Gregorio Hernández, en el Agra do Orzán, hay "una medianera de bolardo verdes en la que podría ponerse césped", opina Marisol Mirás, secretaría de la asociación Entrepeñas. "También están los patios bajos a la altura de la parada de bus de ronda de Outeiro—a la altura del número 293—. Es una zona en la que a poco que pongas unos bancos y unos árboles, la gente se va a ir a sentar, los espacios se empiezan a hacer públicos", expone, y pone como ejemplo "las obras de la calle Orzán, donde demolieron edificios y crearon una serie de plazas". "Son actuaciones que dan mucha vida a los barrios", sentencia.

Un ejemplo de espacio residual sobre el que ya se prevé actuar es la plaza que hay frente al local de la Sociedad Cultural y Deportiva Tempo Novo, en el campus de Elviña pero que linda con zona residencial. "La plaza, dotada con un par de porterías, permanece hasta hoy en estado de abandono, y hace unos días prosperó en Junta de Gobierno Local la idea de poner allí un área biosaludable con elementos para niños y personas mayores, como llevaban tiempo pidiendo los vecinos de la zona y que ya se había solicitado en los Orzamentos Participativos", concluye Luis Gómez, presidente de la Asociación Elviña-Castro Os Rexumeiros.