La calle Barcelona de A Coruña es la protagonista del vídeo ganador del certamen escolar Queremos seguir véndoo, una iniciativa orquestada por la Federación Provincial de Comercio y dirigida a niños y niñas de entre doce y trece años, con el objetivo de concienciar a los más jóvenes de la importancia y la situación del pequeño comercio. En la pieza ganadora, su autora, Lía Noya, pasea por la bulliciosa calle peatonal junto a sus amigas, comprando en las tiendas y comiendo chucherías, mientras explica lo que está ocurriendo con estos negocios en su ciudad.

En total, cuarenta alumnos de diferentes colegios de la provincia han participado en el concurso. Entre ellos hay un total de veinte premiados y al menos seis son de centros educativos de A Coruña. Los ganadores fueron anunciados ayer durante un acto celebrado en el edificio de Nuevos Ministerios y a Lía Noya, en primera posición, la siguieron Natalia Núñez, segunda, y Hugo Roca, tercero. Según declaró el presidente de la Federación, Miguel Agromayor, "todos los vídeos están muy bien, y hay unos cinco o seis que son de ensueño y explican muy bien lo que ocurre con el pequeño comercio".

Y es que, según el presidente de la organización, la situación es muy complicada y, en un futuro no muy lejano, el concepto del pequeño comercio cambiará completamente. "Cuando termine mi generación, la juventud tendrá que crear sus propios negocios y vivirán esa reestructuración total que ya se está viendo en la industria naval, en la prensa o en la banca. El comercio será totalmente diferente: las nuevas tecnologías serán protagonistas, habrá que apoyarse también en la venta física y buscar la diferencia respecto a los demás", explica.

Iniciativas como este certamen, que por primera vez se ha realizado en formato vídeo, sirven para sensibilizar a los niños y niñas sobre las amenazas y desafíos a los que deben enfrentarse los comerciantes y, tal y como afirma Agromayor, parece que los pequeños "consiguieron plasmar a la perfección lo que es una calle sin tiendas, y lo que el pequeño comercio significa para su barrio". "Es una forma de concienciarlos. Internet está abierto los 365 días del año las 24 horas del día, y eso es duro tanto para los grandes comercios como para los pequeños. Por lo menos, queremos que ellos vean que el comercio pequeño es bonito y que el comerciante puede adaptarse a las nuevas tecnologías", declara el presidente.

Además, Agromayor añade que, si bien el cambio es inevitable, hay ciertas medidas que podrían mejorar la situación de estos negocios: "Desde el Ayuntamiento deberían hacer que las calles sean más atractivas y agradables a través de la limpieza, el alumbrado y la movilidad, y también habría que ayudar al pequeño comercio a entrar en las nuevas tecnologías".