Para Margarita Martínez, docente en la Universidade da Coruña, el mundo del transporte y la movilidad es un ámbito de investigación apasionante. Según sus propias palabras, "la movilidad es un tesoro", y por ello Martínez ha trabajado para mejorarla a través de su tesis doctoral , en la que propone un sistema de predicción de tiempos de viaje en tiempo real. Debido a su gran potencial, la propuesta de la docente coruñesa ha sido galardonada con el Premio Internacional Abertis.

¿Qué supone para usted este reconocimiento?

Pues es una gran alegría. Hacer una tesis es duro, porque son muchos años de trabajo y normalmente llenos de dificultades. Uno solo se dedica al mundo de la investigación si le gusta mucho, ya que es una carrera de fondo. Siempre que recibes un premio te das a conocer a ti y a tu trabajo, y hay gente que antes no sabía nada de mi tesis y que ahora se interesan por profundizar más en el tema y leerla. Es una gran satisfacción.

¿De qué trata su tesis?

Mi tesis desarrolla un sistema de predicción de información de tiempos de viaje en autopista en tiempo real. Es decir, trato de predecir cuánto va a durar un viaje realmente, de forma muy exacta. Lo hago empleando un algoritmo de fusión de datos que utiliza datos provenientes de nuevas tecnologías, pero no depende demasiado de ellas. De este modo esta metodología puede aplicarse en la actualidad y podrá servir también en el futuro, siendo compatible con el machine learning y otros métodos de inteligencia artificial.

¿Qué facilidades aportaría al usuario este sistema?

La información de tiempos de viaje en tiempo real es de las más importantes que puede recibir un conductor. El método que yo propongo es un método preciso y de gran aplicabilidad. En el futuro, cuando se haya extendido la conducción autónoma y conectada y los vehículos intercambien información, no sirve que esa información sea aproximada. Un error de un segundo puede implicar una colisión. Este sistema muestra de forma precisa al conductor cuánto le llevará realmente realizar un trayecto, también en caso de congestión, de forma que pueda buscar una ruta alternativa, cambiar su hora de salida o incluso ver reducido su nivel de estrés. Esto sería positivo para el conductor individual, para las empresas de transporte, etc. Podría también ayudar a muchas ciudades que están prohibiendo la circulación de coches en el centro para evitar la congestión. La movilidad es un tesoro: hay que trabajar para mejorarla.

¿Qué haría falta para implementarlo hoy en día?

A nivel de necesidades tecnológicas no demasiado. Mi metodología es de fusión de datos: se mezclan algunos provenientes de los lazos de inducción, ya instalados en las autovías y autopistas, con datos de GPS, recogidos por ejemplo de los propios móviles y/o con datos de las señales individuales de bluetooth de cada vehículo. Para conseguir estos últimos sí sería necesario instalar detectores en algunos pórticos a lo largo de las vías, para poder captar las señales.

¿En qué se diferencia de, por ejemplo, Google Maps?

En la precisión. Con Google Maps sabemos el tiempo que nos va a llevar un viaje de aquí a allá. A la gente le parece que es preciso, pero no lo es tanto. Sus indicaciones dependen del número de usuarios del que estén recibiendo datos en ese momento. Sobre todo suele haber imprecisiones en caso de congestión. Por otra parte Google, como Inrix, etc., son empresas privadas que disponen de un número de datos que no siempre están al alcance de las administraciones. No les resto utilidad, pero un centro de gestión del tráfico no se puede basar en esta información.

Mario Solián, de la Universidade de Vigo, también ha sido premiado por su tesis sobre seguridad vial. ¿Se han planteado trabajar juntos?

Sí. Yo no lo conocía, pero durante estos días nos hemos hecho amigos. Tenemos pendiente una visita y hemos hablado de establecer sinergias de cara al futuro, porque trabajamos en temas distintos pero que guardan mucha relación.

Después de este mérito, ¿seguirá desarrollando sus investigaciones sobre transporte?

El mundo de la Universidad es algo complicado. Cuento con las acreditaciones necesarias para optar a una plaza mejor que la que tengo, y tengo la esperanza de poder seguir en el mundo universitario como docente e investigadora. Quiero seguir investigando en temas de transporte, y más ahora en esta época de revolución que está experimentando. Las empresas, los ciudadanos y las administraciones se están dando cuenta de su importancia y ahora es el momento de que entre todos consigamos una movilidad eficiente, limpia, segura, rentable e inclusiva.