El estudio de impacto ambiental sobre la obra de ampliación del puente de A Pasaxe ampliación del puente de A Pasaxese encuentra en la "última fase" de su redacción, según informó ayer a este periódico el Ministerio de Transición Ecológica, que detalló que tan solo está pendiente el envío de documentación requerida a la Dirección General de Carreteras, organismo del Ministerio de Fomento encargado de dirigir esta actuación. Según Transición Ecológica, una vez que se disponga del informe solicitado, se procederá a resolver el estudio, imprescindible para licitar los trabajos, cuyo proyecto de ejecución también se halla en fase de redacción.

Cuando el pasado verano se solicitó información a Fomento sobre la marcha del trámite ambiental, explicó que aún faltaban por llegar informes de organismos públicos y entidades, ya que las características del proyecto, que se desarrollará sobre la ría y que afectará a varios municipios, obligan a solicitar datos a medio centenar de instituciones y colectivos.

La tramitación ambiental de esta iniciativa, cuyo objetivo es evitar las frecuentes congestiones de tráfico que se producen en el puente pese a contar con tres carriles de circulación en cada sentido, va camino de cumplir los catorce meses, periodo que se cumplirá el próximo lunestráfico puente . La elaboración del proyecto tiene un recorrido más largo incluso, ya que el trabajo fue adjudicado en junio de 2017, por lo que ha cumplido ya 28 meses pese a que tenía un plazo de ejecución de 14 que luego se amplió.

El origen de esta iniciativa se sitúa en la primavera de 2015, en plena precampaña de las elecciones municipales de ese año, cuando la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció la intención del Gobierno del Partido Popular de ponerla en marcha. Meses después se licitó la redacción del proyecto, después que se comprobase que el puente de A Pasaxe podría soportar una ampliación a pesar de sus cuarenta años de antigüedad, aunque un error apreciado en el procedimiento obligó a suspenderlo y a esperar dos años para que el trabajo volviera a salir a concurso.

La inestabilidad política que vive el país en los últimos años por la imposibilidad de aprobar los Presupuestos Generales del Estado y las sucesivas elecciones convocadas durante este periodo han perjudicado a la tramitación de este proyecto, hasta el punto de que en los Presupuestos del Estado de 2019 únicamente figura una partida de 100.000 euros. Frente a esta exigua cantidad, se calcula que la ampliación del puente tendrá un coste de 24,5 millones de euros, ya que será necesario construir un viaducto paralelo al actual, de 250 metros de longitud, que permitirá abrir dos carriles más de circulación, así como ensanchar las aceras y crear carriles para las bicicletas.

Aunque la conclusión del estudio de impacto ambiental y la aprobación del proyecto de construcción serán pasos decisivos para la ejecución de las obras, cuando se completen ambos trámites aún quedará otro para poder iniciarlas, la licitación, que por su presupuesto tendrá una duración de al menos seis meses, de acuerdo con la normativa europea sobre contratación.

La incertidumbre sobre los plazos en los que se desarrollará el proyecto se hizo patente durante el primer encuentro oficial que mantuvo la alcaldesa, Inés Rey, poco después de su elección en el mes de junio, con el delegado del Gobierno, Javier Losada. Ambos coincidieron entonces en que esta actuación debía llevarse a cabo, pero no proporcionaron ninguna fecha como objetivo a alcanzar. Esta misma situación se repite en otro de los grandes proyectos del Ministerio de Fomento en la ciudad, la ampliación de la avenida de Alfonso Molina, demorada desde hace años.