El único obstáculo en el camino que hasta ahora se encuentra el proyecto de la Ciudad de las TIC es la ocupación de la fábrica de armas por la empresa a la que el Estado ha revocado la concesión, Hércules de Armamento. Hasta dos ultimátum le ha impuesto desde mayo Defensa para abandonar las instalaciones de forma voluntaria, a lo que se ha negado. Hércules ha agotado todos los recursos jurídicos en los que se podía amparar para mantenerse en la planta de Pedralonga, a pesar de que no quedan empleados y no hay actividad. La situación está ahora en manos de un juzgado contencioso-administrativo de la ciudad, cuyo titular tiene los informes de la Abogacía del Estado que ordenan el desalojo a la fuerza de la fábrica. Fuentes próximas a los contactos entre las administraciones apuntan a esta semana o la próxima como las fechas en las que se ejecutará el desahucio de Hércules de Armamento. Una vez consumado, el Ministerio de Defensa tendría que otorgar la concesión a la Universidade da Coruña para que pueda desarrollar su proyecto tecnológico, trámite que podría producirse tras las elecciones generales.