¿Qué sentido tiene un antiguo mapa de A Coruña con el callejero de la II República y con indicaciones de instalaciones militares y de transportes en inglés? Una nota sobre la parte superior del documento lo aclara: "Para uso exclusivo de las agencias de los departamentos de Guerra y la Armada. No para venta o distribución". A Coruña fue en 1942 una de las 51 ciudades españolas seleccionadas por el ejército del Reino Unido como posible objetivo militar ante el temor a que España decidiera sumarse a la Segunda Guerra Mundial en el bando de Alemania e Italia o, al menos, que permitiera la entrada de los alemanes para evitar la entrada de los aliados por el Mediterráneo.

En Galicia se elaboraron mapas no solo de A Coruña, sino también de Ferrol, Vigo y Pontevedra, ciudades que para los aliados tenían interés estratégico por sus puertos. Los documentos nunca llegaron a ser utilizados porque España permaneció neutral durante todo el conflicto y quedaron archivados durante décadas sin que fuera posible acceder a ellos. Tras su desclasificación, las universidades americanas de Texas y Princeton decidieron divulgarlos, lo que permitió que los investigadores españoles Fernando Sanz y César Guardeño iniciaran un trabajo sobre ellos que publicarán próximamente, según avanzó ayer el diario El País.

La imposibilidad de conseguir mapas actualizados de las localidades españolas obligó a los británicos a recurrir a los últimos disponibles, que en el caso de A Coruña eran los confeccionados en la época de la República. Por eso, un vistazo al mapa que aparece junto a estas líneas hace posible comprobar que los Cantones Grande y Pequeño figuran con las denominaciones de Lacy y Porlier, mientras que la avenida de la Marina como de la República y San Andrés como Capitán García Hernández.

Todas estas denominaciones fueron suprimidas por el ejército franquista en cuanto se hizo con el poder en la ciudad, pero los británicos no tuvieron oportunidad de obtener un mapa con el nuevo callejero. Lo que en realidad les interesaba, además, no eran los nombres de las calles, sino la ubicación de instalaciones como el Palacio de Capitanía General (Military Headquarters), el Gobierno Militar (Military Governor), las fábricas de armas (Arms Factory) de los colegios Curros Enríquez y Eusebio da Guarda, la Aduana (Customs House), la gran antena de radio del Campo de la Estrada (Military Wireless Station), la estación del Norte (Railway Station), los depósitos de combustible de A Gaiteira (Oil Tanks Campsa), el depósito de carbón del muelle del Este (Coal store), el Banco de España (Bank Treasury), el cuartel de Atocha (Infantry Barracks), el de Caballería de la calle Corralón (Cavalry Barracks), el de Artillería de Zalaeta (Artillery Barracks) o el consulado británico (British Consulate) en la avenida de Linares Rivas, todas ellas destacadas en el mapa con su nombre en inglés y subrayado.

Pero estos documentos incluían también detalles de las ciudades para que pudieran ser identificadas en caso de bombardeo o para la realización de actos de sabotaje, como explican Sanz y Guardeño. Por eso en el mapa coruñés localiza la plaza de toros (Bull ring), el matadero (Slaughter house), el popular Leirón del Casino en Juan Flórez (Sporting Club), la Casa de Baños de Riazor (Public Baths), el antiguo estadio de Riazor donde hoy están las Esclavas (Sports Club), la Fábrica de Tabacos (Tobacco Factory). Incluso aparecen señalados la prisión, la iglesia de los Jesuitas, el mercado de la plaza de Lugo, la prisión junto a la Torre de Hércules, el parque de bomberos y las cocheras de Tranvías en su antigua ubicación del Orzán, así como el Circo de Artesanos con una curiosa traducción: Working Men's Club.