Alumnos menores de tres años de las guarderías Galiña Azul de A Sardiñeira y Eirís, en A Coruña, y Pastoriza, en Arteixo, que gestiona la Xunta, sufrieron una reacción alérgica por ingerir palometa en mal estado. Los informes de Sanidade revelan que el problema fue que se rompió la cadena de frío del pescado, informaron ayer fuentes de la Consellería de Política Social, que gestiona estos centros.

La alerta alimentaria se detectó el viernes. Los pequeños del primer turno de comidas contaban con un menú en el que se incluía la palometa. Poco después, las profesoras advirtieron que los niños tenían una especie de irritación cutánea. "Unas manchas rojas que desaparecieron después de una hora", indica la Xunta.

Ante esta situación, el profesorado avisó a Sanidade, para que analizase lo sucedido, y a los padres de los niños afectados. Además, las tres guarderías cambiaron el menú del segundo turno para retirar el pescado y, en su lugar, dar pasta a los alumnos con el fin de evitar más reacciones alérgicas.

Sanidade tomó muestras de la palometa cruda y cocida para determinar qué había provocado que estuviese en mal estado. El informe indica que se rompió la cadena de frío del producto, lo que disparó la histamina, una sustancia que, en altos niveles, puede provocar intoxicaciones o reacciones alérgicas.

El hecho de que el pescado estuviese en mal estado por una modificación en la cadena de frío hizo que la palometa no oliese mal, por eso se sirvió a los niños, quienes en algunos casos fueron atendidos por sus pediatras para frenar la irritación cutánea.

Esta situación se repitió en las tres guarderías de A Coruña, pero también en una de Cangas. La Xunta detalla que la gestión de los menús de las cuatro escuelas infantiles corresponde a la misma empresa. "Cambiaron de proveedor de pescado hace un mes", señala.

La Consellería de Política Social detalla que "no fue nada grave", pues la reacción alérgica no duró más de un día, y que no fue un caso generalizado, ya que solo algunos niños tomaron la palometa.

Debido a esta alerta alimentaria, la Xunta revisó los menús de otras guarderías de Galicia, pero solo detectó irregularidades en los tres centros de A Coruña y dos de Cangas, aunque en uno de ellos solo se detectó el caso de un menor.