La coruñesa Sara González puso fin a su carrera universitaria en Terapia Ocupacional con la elaboración de una guía en la que comprueba el nivel de accesibilidad de los parques infantiles para personas con diversidad funcional o problemas de movilidad. Su granito de arena forma ahora una montaña, pues el Concello se ha fijado en este documento para mejorar los espacios de ocio de la ciudad y hacerlos más inclusivos. "Estoy muy contenta porque esto quiere decir que el trabajo está dando sus frutos", confiesa la recién titulada.

La joven se reunió, junto con su tutora Thais Pousada, con el concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, y la presidenta de la Fundación Abrente, Carmen Touza. Una cita que sirvió para debatir sobre la situación actual de los parques infantiles y como pequeño avance para determinar cómo se pueden mejorar. "Vamos a buscar la fórmula para llevarlo a cabo", adelanta Sara González.

El Gobierno local ya ha manifestado su compromiso para completar la guía de la joven coruñesa y hacer que los parques infantiles de la ciudad sean más accesibles. La actuación formará parte de un convenio entre el Concello y la Fundación Abrente, que pretenden crear espacios participativos para conocer la posición de todos los colectivos implicados.

El concejal de Urbanismo avanzó, además, que su área prevé actuar "ya" sobre las infraestructuras que Sara señala en su libro, pues la coruñesa centró su trabajo en las zonas de recreo de los distritos 10 y 6, que corresponden a Monte Alto y Eirís, respectivamente. "En accesibilidad, estos parques sí se adaptan a personas con diversidad funcional, pero más de la mitad de los analizados no cuentan con juegos inclusivos", señala Villoslada.

Sara González seguirá trabajando en su análisis para acabar con las limitaciones. "Por el tiempo que tenía para el trabajo de Fin de Grado solo pude abordar los distritos 10 y 6, pero a partir de ahora voy a hacerlos todos", expone.

La joven analizará todo el mapa de A Coruña y así determinar, como hizo hasta ahora, qué juegos excluyen a las personas con algún tipo de problema de movilidad; si son accesibles para niños con necesidades especiales y si algún juego está diseñado específicamente para niños con diversidad funcional. Esos son los tres grados que establece para decidir si dar un aprobado o un suspenso a cada uno de los parques estudiados.

Sara González no esconde su "satisfacción" por conseguir que el Concello tenga en cuenta su guía. Asegura que el objetivo no es solo ayudar a las personas con diversidad funcional o con problemas de movilidad, sino también "a las familias que los acompañan a estos parques".