Pues, sí. En esta ciudad tenemos ahora mismo tres contratenores: Alberto Miguélez, Christian Gil y Miguel Ulla. Lo cual es bastante insólito para una urbe de 250.000 habitantes. No sé si se debe a esta circunstancia o a la enorme afición a la música que define a A Coruña; pero lo cierto es que, cuando nos visitan contratenores o cantan los nuestros, el público manifiesta un enorme entusiasmo. Y no en todas partes sucede lo mismo. Viene esto a propósito del espléndido concierto que nos ofrecieron Carlos Mena „uno de los mejores contratenores españoles, si no el mejor„ y Concerto 1700, una extraordinaria agrupación compuesta por verdaderos solistas que hacen „maravillosamente„ música juntos. El éxito fue enorme. Los intérpretes fueron reiteradamente aclamados al punto de conceder dos bises: Bello pastor amante, de José de Nebra (1702-1768), y la repetición del fragmento final, Ya es hora de lidiar, de la segunda cantada. Hay que añadir otros dos méritos al éxito de este concierto: uno, que estos dos compositores barrocos son muy poco conocidos, aunque en su época llegaron a ser altamente considerados. Bononcini rivalizó con Haendel en Inglaterra y la música de José de Torres se difundió por varios países europeos; pero, aunque ahora parece que se les vuelve a hacer justicia, lo cierto es que cayeron en el olvido, pese a la evidente calidad de sus obras. Hay algo que los une, además de la edad, y es una cierta relación con Haendel (1685-1759), de quien son prácticamente coetáneos: Bononcini a causa de la rivalidad mencionada, y de Torres por el ingenio que demuestra, al igual que el alemán, en el tratamiento del ritmo en sus creaciones. Y otro mérito indiscutible: que el concierto coincidió con otro de la Sinfónica de Galicia. Una pregunta antes de terminar: ¿Escucharemos alguna vez en esta ciudad a nuestros tres contratenores cantando juntos?