La mesa de negociación entre los trabajadores municipales y el Gobierno local fue el escenario en el que la CIG planteó la necesidad de que se adopten medidas preventivas para proteger a los trabajadores del radón en los edificios en los que exista este problema. El Concello se comprometió a estudiarlo y a tomar las iniciativas necesarias.

El mapa gallego que identifica los lugares donde existe una elevada concentración de radón menciona A Zapateira y la Ciudad Vieja como los lugares donde se alcanzan los niveles más altos, con de 4.000 y 5.000 becquerelios en el primer caso y de 3.000 en el segundo. El Instituto Nacional de la Seguridad Social declaró en 2017 "accidente laboral" por exposición al radón el cáncer sufrido por el exdirector del Museo Arqueológico, José María Bello, cuyo puesto de trabajo estaba en el castillo de San Antón.

En ese edificio el Concello ordenó reubicar a algunos trabajadores de estancias con alta concentración del gas y prohibió que permanezcan durante mucho tiempo en el mismo lugar para reducir el riesgo de exposición.